Natalia
Una vez ya estamos los cuatro listos, salimos hacia la discoteca.
Los chicos llevan unos vaqueros cortos y unas camisetas, por la contra, yo llevo un vestido negro corto de satén, y Clara, un top naranja con una falda de cuero.
Está mal que yo lo diga, pero nos vemos mucho mejor que ellos.
Al entrar en la discoteca pedimos unas bebidas, y nos ubicamos por el medio de la pista mientras las luces azules iluminan la estancia.
Clara se coloca al lado de Álvaro, enfrente de mi, y Sergio a mi lado.
Me porto bonito de Bad Bunny, comienza a sonar, me muevo al ritmo de la música mientras Clara y yo entrelazamos un dedo. Comenzamos a cantar los cuatro.
—... Ella sabe que está buenota, y no la presumen, si yo fuera tu gato, subiera una foto los vierne' y los lune'...
Pasa más de una hora y yo necesito ir al baño.
—Tengo que ir al baño — les digo.
—Te acompaño — me dice Sergio. —, yo también tengo que ir.
Se coloca a mi lado y caminamos hasta los baños.
Álvaro
Natalia y Sergio desaparecen de mi vista.
Está hermosa. Siempre lo está.
Ese vestido negro le queda genial, resalta su cabello rubirrojo.
—Voy a pedir algo de beber, ven conmigo, no quiero que te quedes sola.
Agarro a Clara y se queda cerca de mi cuando me apoyo en la barra.
Están a tope de trabajo por lo que aún no me atienden.
—Hola guapo — una chica se coloca a mi lado y me toca el brazo.
Alejo mi brazo de su mano como puedo y continuo esperando. Muevo la cabeza al ritmo de la música de fondo.
—¿Vienes conmigo? Podemos pasar un buen rato.
—No, lo siento. — digo sin mirarla.
—Oye — me vuelve a llamar segundos después con un golpe en el brazo. Me giro hacia ella y veo que fue la chica a la que rechacé después de haber quedado con ella.
Ni pestañeo cuando estampa durante un milisegundo sus labios contra los míos. Me quedo anonadado con los ojos como platos. Cuándo reacciono me limpio la boca con el dorso de la mano. Ella se marcha y yo me quedo sin saber que hacer.
—¡Nat! — escucho como grita Clara y me giro.
Natalia sale de la discoteca seguida de Sergio y Clara. Los sigo. Veo como se alejan y van hasta unas escaleras.
Cuándo los alcanzo, están los tres de pie. Natalia sería con los brazos cruzados sobre el pecho.
—Natalia, no quiere volver, dice que no le apetece — dice Sergio.
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El chico de los tatuajes
Novela JuvenilLIBRO 2 Álvaro López, el hijo de Iria y Jorge, ya tiene dieciocho años. Se puede decir que se parece bastante a su madre a su edad, solo que él no se escapa para ir a fiestas. Desde que comenzó su adolescencia empezó a llamarle la atención algo, o m...