Jung Hoseok usualmente no se equivocaba en nada, era muy acertado con sus investigaciones exhaustivas, jamás podría fallar en ninguno de sus casos como fiscal. A decir verdad, sentía que debía dar lo mejor de sí para no cometer una equivocación atroz que arruinara una vida por muchos años; por lo que, trataba de hacer su trabajo no solo bien, sino maravillosamente diligente. Sin embargo, algo dentro de sí le gritaba que las cosas no estaban del todo bien cuándo se dio el veredicto final del caso de Park Jimin.
Intentó ignorar esa sensación mientras veía a la abuela del chico llorando y gritando que él era inocente, se esforzó sobre manera en no prestar atención a la tristeza y lágrimas silenciosas del acusado. Pero, fue imposible, no logró sacarse nada de ello de la cabeza, sentía fervientemente que algo no terminaba de encajar, como si hubiera una pieza perdida, y por mucho que lo pensara durante su horario laboral, sentado en el escritorio de su oficina, no lograba encontrar que era esa sensación desconcertante, que comenzaba a volverlo loco.
No fue capaz de entregar el expediente ese día aun cuando sus subordinados se lo pidieron para archivarlo, en el monto de sus demás casos cerrados. Lo mantuvo allí sobre su mesa, intacto, sin ser capaz de abrirlo, solo observándolo como si de esa manera pudiera encontrar la respuesta que estaba necesitando, para apaciguar a su desazón.
Finalmente, cuando logró estar en la comodidad de su hogar, sentado en su suave sofá, volvió a echarle una ojeada a cada papel. Pero allí tampoco logró encontrar algo raro, o al menos que le diera una respuesta clara a su dilema. Quizás estaba buscándole la quinta pata al gato de manera innecesaria.
Por lo que, resignado dejó la carpeta a un lado y se preparó para salir a trotar a esas horas de la noche, buscando con ello despejar su mente, pero con cada paso que daba su cabeza volvía a repasar todo, una y otra vez, recitándole cada acontecimiento como si fuera una canción, que se hilaba de manera perfecta. Habían conseguido las pruebas pertinentes, grabaciones, testigos, inclusive él mismo había interrogado a Park Jimin. Así que no había nada mal.
Anduvo sin rumbo alguno, sin saber muy bien que hacer. Y fue hasta que se detuvo a tomar algo de aire a unos pasos de un parque de GangNam que algo en su mente hizo clic. ¿Quién había sido la primera persona en interrogar a Park Jimin? La policía de GangNam lo había interrogado justo cuando abrió sus ojos en el hospital tras el accidente.
Con una amplia sonrisa dibujada en su rostro prácticamente corrió hasta la estación. Dónde entró con prisa por unas puertas de vidrio abiertas de par en par. En el interior más de uno lo reconoció de inmediato, por ende, le dieron una acogedora bienvenida. Y él con todo el respeto del mundo, les devolvió el saludo.
—Fiscal Jung, ¿En qué podemos ayudarlo esta noche? —susurró Choi BeomGyu, desde el otro lado del mostrador que dividía la estancia.
—Quisiera saber quién fue la primera persona en interrogar a Park Jimin, y tener toda la información recolectada de ese día. Sin excepciones.
—Kang TaeHyun.
—Fui yo —contestó un chico de brillante sonrisa, que se encontraba concentrado en su computador junto al policía Choi BeomGyu—. Despertó algo desorientado, preguntó mucho por su amigo Kim NamJoon. Y cuando se hubo tranquilizado nos contó varias cosas, que a decir verdad no tienen mucho sentido dado que su amigo cuenta algo distinto, los testigos corroboran lo que dice el joven Kim NamJoon. Y bueno, usted sabrá —Hoseok asintió en total silencio.
Y segundos más tarde, el chico sacó uno carpeta de la gaveta de su escrito que le entregó en total calma.
—Gracias, Oficial Kang —sonrió, y el muchacho le correspondió con la amabilidad.
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💀 CRIME TO DEATH 💀 | [YOONMIN]
ФанфикDonde Park Jimin, debe cumplir una condena que no le pertenece. Y en la prisión vive distintas experiencias acompañado de Min YoonGi; un reo que parece obsesionado con protegerlo. 💀 Mini-Fic. Pareja principal: YOONMIN. Apariciones de: KOOKMIN, NA...