💀 12. Libertad. (FINAL) 💀

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Las primeras semanas ante la ausencia de YoonGi, Jimin realmente se sintió desolado, extrañaba su compañía, ver su sonrisa donde sus dientes blancos resplandecían, y por supuesto la manera en cómo se demostraban su afecto durante las noches.

Las personas a su alrededor no volvieron a molestarlo, afortunadamente, con la muerte de JungKook de aquella manera tan espeluznante, su vida se había convertido en algo aburrido y excesivamente tranquilo. En parte, era bueno, pero no si eso implicaba vivir lejos de las últimas semanas de vida de Min YoonGi.

Los amigos de JungKook habían intentado sobre pasarse más de una vez, pero en esta ocasión no se contuvo, formó una pelea en medio de la cancha descubierta, golpeándolos en todos lados, pateando sus caras hasta sacarles sangre, y aunque también lo lastimaron, fue suficiente para que lo dejaran en paz para siempre. Como castigo los habían llevado a la zona de aislamiento por una semana, donde tuvo el tiempo suficiente para darse cuenta que su vida estaba demasiado jodida, mucho más de lo que creía.

Ya no tenía nada, ni a YoonGi, ni familiares, ni a NamJoon, solo estaba él y la maldita miseria. Tenía su corazón arrugado, y después de tanto tiempo negándoselo, rompió a llorar desconsolado, porque sabía que no había escapatoria. Que sus sentimientos por YoonGi eran tan abrumadores, que le estaba enloqueciendo la idea de jamás volver a tocarlo, ni besarlo, ni decirle que le agradecía todo, así como lo mucho que lo quería, y que jamás podría sacarlo de su corazón, de sus recuerdos y de su alma.

A medida que el clima cálido se fue transformando en frio, indicándole que el otoño estaba por comenzar, decidió todos los días en las horas de descanso plantarse en las rejas blancas que lo separaban del corredor de la muerte con la esperanza de ver a YoonGi así fuera un mísero segundo, pero por mucho que les pidió a los guardias Choi estos se negaron.

Así que, sin más opciones a la vista, optó por tomar prestado uno que otro libro de la biblioteca y le arrancó algunos trozos en blanco de sus hojas para escribir con el diminuto lápiz de SeokJin, una que otra carta, que le entregó a los guardias y estos le aseguraron que se la darían a YoonGi. Más jamás obtuvo una respuesta, lo que era bastante deprimente, pero no dejó de hacerlo, porque de alguna manera escribirle sus más profundos pensamientos era su único consuelo.

—¿Lo extrañas? —preguntó SeokJin una noche, en la cual ninguno de los dos, eran capaces de dormir.

—Todos los días...

—De verdad, no sé qué decirte para hacerte sentir mejor —confesó—, pensé que sabias en que te estabas metiendo al juntarte tanto con él, te dije que sería peligroso.

—Pero solo dijiste que era violento, no que iba a morir.

—Es un psicópata muy peligroso, pensé que era lógico.

Jimin respiró profundamente, y dejó escapar todo el aire de sus pulmones muy lentamente. SeokJin lo observó con curiosidad, para acto seguido acomodarse de lado, y así ver aquel semblante inexpresivo de Jimin, quien no dejaba de mirar un punto fijo en el techo.

—¿Sientes que lo amas?

—No lo sé... —susurró meditándolo con calma, porque amar era un palabra muy fuerte e importante como para soltarla tan a la ligera—, solo sé que voy a estar destrozado cuando él ya no este. Aunque el hecho de que esté lejos me ayuda a entender que acabó, pero no deja de doler.

—Jimin...

—¿Si?

—Lo siento.

—¿Por qué lo sientes, SeokJin?

💀 CRIME TO DEATH 💀 | [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora