💀 2. Psicópata de Daegu. 💀

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Después de salir de la habitación donde habían tomado sus respectivas fotografías, en pleno pasillo desolado, los guardias les habían quitado las esposas de los pies. Para permitirles dar el recorrido por la cárcel con mayor comodidad. Y Jimin realmente lo agradeció, ya que sentía un ardor insoportable en sus tobillos a causa de lo mucho que le apresaban esos grilletes de metal con cada paso que daba.

El recorrido fue bastante rápido, había dos guardias delante de la fila, -entre esos el calvo- que explicaban cada rincón de ese gran edificio y sus reglas. Mientras tanto, otros guardias atrás en el final, vigilaban que ninguno intentara alguna estupidez que los metiera en problemas.

La detención era bastante amplía, había dos zonas de juego dónde en esos instantes pudieron ver como algunos presos jugaban fútbol bajo el sol. El lugar era una amplia cancha rodeada por muros tan altos y lisos, que era imposible salir de allí escalando, dado que había cámaras y guardias vigilando en lo alto, estos últimos dispuestos a disparar si hacían el mísero intento.

Algunos presos los saludaron con una venía rápida, y otros prefirieron ignorar su llegada, jugando con el balón, o meramente durmiendo en las tribunas de cemento.

—Todos ustedes tienen permitido dos horas de recreación al día, una en la mañana y otra en la tarde, eso si ustedes se comportan de manera adecuada. Si rompen algunas de las reglas, no verán la luz del sol durante una semana entera. Si realmente se comportan muy mal, no volverán a salir en meses —explicó el hombre calvo, sin dedicarles ni la más mínima mirada—. Así que mientras tengan permitido estar en las zonas de descanso, nada de peleas, nada de agresiones contra los guardias o nadie en particular, nada de intentar escapar. Manténganse siempre a la vista de los guardias si no quieren tener una sanción física. ¿Entendido?

—¡Sí, señor! —respondieron al unísono, y Jimin con voz trémula les siguió.

Luego de pasar por un extremo del campo, se adentraron en el segundo edificio. Anduvieron por varios pasillos, hasta que encontraron unas escaleras, donde subieron hasta el tercer y cuarto piso, donde se ubicaban las regaderas públicas. No había puertas, solo dos grandes arcos, donde dos guardias estaban parados custodiando.

—Todos tienen permitido bañarse dos veces en el día, a las 6 AM hasta las 7:30 AM. Y en la tarde desde las 5PM a las 6:30PM. Lógicamente, deberán compartir con sus compañeros, y tratar de ducharse tan rápido como se pueda, ya que después de esas horas se corta el suministro de agua —continuó el otro guardia.

—¡Si, señor!

Con mucha prisa los guiaron, de nuevo hacia las escaleras, y al llegar al último piso Jimin se quedó algo pasmado. Aquel recinto era la cafetería, un espacio gigante para su vista, que estaba muy limpio en comparación con lo que se imaginaba encontrar. Estaba rodeado por ventanales de cristal, que tenían en el exterior barrotes de hierro grueso, que les impedían escapar. Era una zona muy protegida y segura, había guardias en cada extremo, paseándose con sus bolillos en mano.

Habían mesas de tono verde distribuidas por toda la estancia, también una gran cocina, donde unos presos con delantales preparaban los platillos del día, y otros presos limpiaban con mucho esmero la zona del bufet.

—Ustedes tienen permitido las tres comidas del día, se les llamará a su celda, y organizadamente deberán dirigirse aquí bajo la supervisión de los guardias de su sección. Deberán hacer fila, y ser pacientes, tienen una hora y media para comer. Y no se preocupen, nunca les faltará comida. Todo está perfectamente medido, para todos los reos —susurró el hombre calvo, llevando sus manos tras la espalda con cierta pereza—. Las reglas son simples, nada de dejar comida en el plato, nada de peleas, nada de intentar agredir a alguien, si no cumplen con ello, tendrán el castigo de quedarse sin alimento durante días. ¿Comprendido?

💀 CRIME TO DEATH 💀 | [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora