Spotty World I - La Hija De Mi Padrastro Era Mi Ex-novia

School Daze

Quería publicar esto el fin de semana pasado, pero tuve un imprevisto y terminé retrasando.

Hay un anuncio muy importante al final de las notas, por lo que le aconsejo que lea al menos esa parte, ya que se trata de publicaciones futuras.

*

DYLAN

Era lunes temprano y, como de costumbre, Dylan estaba dando su paseo matutino.

– Perros, todavía no puedo creer que hagas esto todos los días. – exclamó Dolly, un poco somnolienta.

Con una diferencia.

Los dos dálmatas adolescentes habían hablado mucho la noche anterior y habían llegado a la conclusión de que sería más productivo si Dolly acompañaba a Dylan en sus paseos matutinos.

Como resultado, los dos estaban ahora a mitad de camino, ambos con el mismo conjunto de sudadera roja de Dylan. Eso claro solo por hoy, ya que Dolly compraría un conjunto propio más tarde.

Con una sonrisa arrogante, Dylan miró a la chica a su lado.

– ¿Entonces quieres decir que la gran atleta Dolly Dálmata no puede manejar una caminata matutina? Estoy decepcionado.

La chica entonces resopló, claramente ofendida.

– Sabes muy bien que eso no es lo que dije. No tengo ningún problema con el esfuerzo físico, pero tampoco he hecho ejercicio tan temprano y antes del desayuno.

Dylan se encogió de hombros, todavía sonriendo con aire de suficiencia.

– No te preocupes, sé que te acostumbrarás. Pero hasta que eso suceda, es bueno saber que soy mejor que tú en alguna actividad física.

Tan pronto como Dylan dijo eso, la chica se detuvo.

Confundido, Dylan se detuvo y miró hacia atrás, viendo que los ojos de Dolly se abrían como platos, el letargo de haber despertado temprano desapareció y una mirada competitiva apareció en su rostro.

– Oh, ¿entonces quieres una competencia, cara de baba? – Dolly entonces sonrió con arrogancia, haciendo un estiramiento que hizo crujir varios huesos, terminando con los de su cuello. – Entonces, veamos quién llega primero a casa. – Antes de que Dylan pudiera decir algo, Dolly empezó a correr a toda velocidad.

El joven dálmata se quedó inmóvil, con los ojos muy abiertos en completa sorpresa. Dylan luego se rió y rodó los ojos, luego comenzó a correr también.

A pesar de lo rápida que era Dolly, el hecho de que no estuviera acostumbrada a la rutina de la mañana hizo que Dylan la alcanzara fácilmente, y pronto los dos estaban corriendo uno al lado del otro.

Los dos intercambiaron miradas, sonriendo no por arrogancia, sino porque se estaban divirtiendo juntos. Dylan estaba disfrutando de la descarga de adrenalina en su torrente sanguíneo, disfrutando de este momento con Dolly.

Hasta que llega la sensación de mareo.

Dylan incluso trató de ignorarlo, pero pronto la sensación de mareo comenzó a ser cada vez más intensa, hasta que comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza.

– ¡Ugh! – Dylan gimió de dolor, deteniéndose donde estaba y apoyándose con una mano en la pared más cercana, mientras sostenía su cabeza con la otra. – ¡Maldición! Esto está empeorando.