Spotty World I - La Hija De Mi Padrastro Era Mi Ex-novia

You Can Call It The Unexpected...

Los tres puntos en el título son porque el título del próximo capítulo continúa la oración.

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HAUSER

Ansioso no era suficiente para describir el estado de ánimo de Hauser Quaid en ese momento.

Este sábado por la tarde, el viejo dálmata se encontraba en la City de Londres, dentro de un pequeño camión.

Aunque el exterior se hizo para que pareciera un vehículo de reparto de una panadería, el interior no tenía nada que ver con una panadería o confitería. Los costados del vehículo estaban bien equipados, con computadoras y dispositivos de monitoreo muy avanzados en un lado, mientras que en el otro lado había una encimera con un armario empotrado debajo y un microondas en la parte superior, así como una nevera al lado. En el medio había unas cuantas sillas giratorias, con tres actualmente ocupadas.

En una de las sillas estaba Hauser, vistiendo su abrigo "discreto" y sintiéndose como un verdadero James Hound.

En las otras sillas ocupadas había dos perros vestidos de manera similar, vistiendo lo que solo podría describirse como trajes de ninja con capucha con aberturas para las orejas y dejando los brazos expuestos, en su mayoría negros con chaleco tabardo, protección en la parte inferior de las piernas y máscara en otro color.

Uno de ellos era un Spitz japonés cuyo abrigo completamente blanco contrastaba bien con el negro y el verde de su atuendo, además de tener en su espalda una mochila grande de cuero del mismo color verde que el atuendo, que tenía forma cúbica y estaba llena de bolsillos. El perro miraba atentamente una de las pantallas de la computadora de vigilancia, y debido a la baja estatura del Spitz, la silla se ajustó a su altura máxima.

El otro era un Shiba Inu de pelaje naranja rojizo y blanco que vestía negro y rojo y portaba pistolas, nunchaku y un par de espadas, cuya máscara y par de espadas estaban en la encimera. El perro miraba fijamente el microondas mientras salivaba, esperando que le preparara un burrito congelado.

De repente, el sonido de algo golpeando la parte superior del camión llamó la atención de los tres, seguido de una serie de golpes rítmicos.

El "ninja verde" luego presionó un botón en el teclado, abriendo una puerta secreta en el techo.

Tan pronto como se abrió la puerta secreta, otro perro ninja entró en el vehículo espía y aterrizó en el suelo con tanta gracia y sutileza que ni siquiera emitió un sonido.

Este perro era un Akita Inu con un pelaje de naranja vibrante y blanco helado, e incluso con la máscara puesta, se podía ver que su rostro tenía varias líneas de defectos en el pelaje, resultado de viejas cicatrices. El llevaba una variante morada del traje de ninja y, a diferencia de los otros dos, que tenían el equipo en su propio color individual, llevaba una pequeña mochila verde con una sola correa en la espalda.

El Akita se puso de pie y, después de quitarse la mochila de la espalda, se la entregó al ninja verde.

– El dispositivo ya está en su lugar. – Dijo el ninja morado, su voz muy profesional y neutral.

El Spitz luego tomó la bolsa, asintiendo de inmediato.

– Estupendo. Voy a tener todo listo para empezar tan pronto como lleguen.