Todo queda en la familia

El Plan De Fran Asia Luis

Eran la siete y cuarto de la mañana, en un prado cercano con acceso a un camino a la colina se podía observar en la distancia a Fran andando como todas las mañanas, dando su paseo matinal. Se le veía sosegado y con aire de calma... pero la verdad es que la cabeza de Fran estaba en lo ocurrido la noche anterior, y se le veía una sonrisa torcida, maliciosa... , casi perversa. Además volvía a tener una erección descomunal pensando en ello, su mente iba desde el momento en el que de manera “casual e inocente” le daba crema solar al cuerpo desnudo de Luis, su spnrisa se tornaba mas y mas cruel al pensar como se le puso dura cuando “por descuido” puso crema en sus desnudas nalgas, Se excitaba solo pensando como lo espiaba en la distancia cuando tomaba el sol desnudo. Su faz se volvió tan dura al sonreírse que no sabias quien era ese Fran, nada que ver con el yerno amable y comprensivo que llevaba siendo durante los últimos meses con Luis. Su mente voló a cuando le toco los senos y se le hizo la boca agua, el quería comerse esas tetas, pero tenia que ir con cuidado, si quería ir corrompiendo lentamente a su yerno. A mitad de camino se tuvo que parar, no por cansancio, era porque al recordar como Luis empezó a pajearle y se arrodillo como una furcia para comerse su polla, ser le puso tan dura que le dolía. Se detuvo en un pinar lleno de arbustos y empezó a masturbarse como un loco con la cabeza llena de imágenes de Luis desnudo recibiendo polla por ese inmenso culo o entre sus tetas de puta.

Eran las nueve menos cuarto de la mañana Luis se levantó con un fuerte dolor de cabeza, tenía un raro sabor en la boca y andaba como despistado... pero no tanto como para no recordar lo que había ocurrido la noche anterior. Se sentía muy avergonzado, se sentía humillado por sí mismo y lo peor no sabía como disculparse con su suegro por ese comportamiento tan inaceptable. Yodo el buen rollo se había ido a hacer puñetas con lo que paso esa noche de la que tenia sólo recuerdos desordenados pero seguía sin saber como había pasado. Lo que mas tenia es que ahora todas las mentiras de su esposa se convertirían en ciertas tras aquello y no sabía que hacer. Se levanto con diligencia y se adecento, esta vez se puso camiseta y un pantalón pirata y se sujeto como siempre su pelo con la goma que llevaba en la muñeca, no quería dar mala impresión... o peor de lo que ya fue la noche anterior.

A las nueve y media, puntual como siempre, llegó Fran. No dijo nada, sólo le hizo un gesto afirmativo de aprobación a modo de saludo y se sentó a extenderse la mantequilla sobre su tostada de pan blanco, crujiente, había tal silencio que se escuchaba al cuchillo extender sobre el pan crujiente. Luis esperaba de pie como si fuera un criado de la casa, Fran le miró y le hizo el gesto de que se sentara. Durante unos minutos muy tensos donde ninguno levantaba la vista de su desayuno, en el momento que Luis le iba a servir su café: ¿cómo está el tiempo hoy por el campo pp... Fran?.

F: Bien, con calor que es normal en verano, aunque aprieta antes de tiempo que ya no es tan normal.

L: Bien, mira quería...

F: no, se lo que vas a decir, dejémoslo estar Luis, no ha pasado nada.

L: Yo nunca he sido así Fran, me siento hundido avergonzado de mi comportamiento y quisiera disculparme.

Fran levantó lenta y pausadamente la cabeza para fijar la vista en Luis. Si hubiera sido Luis un fisonomista mas op menos decente, se hubiera percatado de que los ojos de Fran decían una cosa y su expresión fácil otra, pero en aquel momento solo tenia en su cabeza disculparse como fuera.

F: No ha pasado nada,, de verdad. No hablaremos más de ello, así todo queda en la familia de donde no debe salir.

L: Gracias Fran, no volverá a ocurrir no se que me ocurrió pero no soy así, no volverá a ocurrir.

Luis se sentía incomodo con aquella conversación no quería romper la complicidad y la buena relación que había alcanzado con su suegro.

L: ¿vas a la ciudad?