III

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-¿Insinúas que yo me he echado encima de ti?.- James exaltó.- ¿Tú eres imbécil, chico? ¡Estaba parado, aquí!.- señaló la parte delantera de su coche irritado.

-Tranquilo James.- lo apartó ligeramente Louis con miedo de que toda aquella situación llegara a las manos y se pusiera peor de los que ya estaba.-Estoy seguro de que todo esto ha sido un malentendido, ¿verdad Harry?.- giró sobre sus talones para mirarlo, este sonriendo ampliamente al rubio por encima del hombro de él, cambio su semblante antes de que pudiera notarlo.

-Si.-mordió su labio, fingiendo remordimiento- Yo no lo vi.-contestó.

-¿¡Te estás burlando en mi cara!?.-James estaba echo una furia. Intentó lanzarse a él pero desafortunadamente Louis se encontraba en medio de ambos y al apartarlo este perdió el equilibrio y cayó en el principio del césped de la casa de este, soltando un quejido de dolor al golpearse la muñeca contra el suelo húmedo. El rubio abrió los ojos en sorpresa al ver lo que desintencionadamente había provocado su furia. Se agachó a la altura de Louis arrepentido intentado ofrecerle la mano para levantarse.- Louis lo siento, no quería...

Sin embargo al ojiazul no le dió tiempo a coger la mano del joven.

Al ver aquello algo dentro de Harry había despertado. Su mirada había oscurecido varios tonos y sus puños se volvían blancos de tanto que los estaba apretando mientras su mandíbula se oprimía.

Cogió a James de los cuellos de la blanca camisa que llevaba y lo arrojó contra su coche fuertemente dejando al rubio aturdido. Se acercó a su oído, procurando que Louis no llegaba a escucharlo.

-Lo vuelves a tocar y te mato, ¿entiendes?.- James asintió intentando zafarse de su agarre.- Creo que ya vas sobrando de aquí.- añadió empujándolo dirección a su coche.

No le dió más importancia y se giró sobre sus talones, comenzando a caminar hacia Louis de nuevo. Se agachó junto a él y ahora era el rizado quien le ofrecía su mano para poder levantarse. El ojiazul intentaba asimilar lo que acababa de ver. Él, Harry, su vecino, había estado a punto de darle una paliza a James por haberle hecho tropezar y ni siquiera se conocían. 

Ese hombre le daba miedo.

-Coge mi mano.- demandó el rizado

Louis estaba atemorizado. Notaba su pecho tan pesado que sentía como si hubiera contenido el aliento todo ese tiempo. Harry no dejaba de mirarlo y, aún con su brazo extendido no parpadeaba ni un segundo y eso, le daba aún más miedo.

-Solo quiero ayudarte.- volvió a decir después de un largo tiempo.

Tras una larga lucha con su conciencia decidió tomar la ayuda que el hombre le había dado y este con un rápido movimiento lo levantó del frío suelo.

-Gracias.- susurró. Quería salir corriendo y miraba a su alrededor hacia donde era la mejor opción.

-¿Estás bien?.- preguntó con su lenta y ronca voz haciendo que levantara su mirada del suelo. Sus dedos se posaron en la muñeca herida que llevaba sujetada por su otro brazo sin a penas darse cuenta. El tacto de sus dedos era áspero. Parecía como si intentara ser todo lo delicado que podía con él con miedo de lastimarlo aún más.

Ese detalle le pareció tierno, aunque se notaba que le costaba no ser brusco.

-S-si, creo que estaré bien. Tan solo pondré un poco de hielo y se pasará.

No obstante no se separo de su lado y ahora sujetaba su brazo con sus dos manos. Miró a sus ojos, como pidiéndole permiso y después giró su muñeca ligeramente. Al instante soltó un quejido notando un pinchazo muy agudo en la muñeca. Encogió sus rodillas mientras apretaba los dientes con fuerza mirándole.

Lo miró y no pudo creerlo. Se estaba riendo por eso. Y en ese momento solo tenía ganas de pegarle una bofetada.

-¿Estás seguro de que no es nada?.- preguntó entretenido aflojando el agarre.

-Será una leve esguince.-hablaba rápido con necesidad de que la conversación se acabara y pudiera encerrarse en su casa y poder llamar a James para disculparse por lo ocurrido.-Tengo vendas en casa así que...-comenzó a retroceder, alejándose de él.

-Puedo ayudarte.- respondió dando un paso al frente alcanzándolo.-Es lo menos que puedo hacer por todo lo que he causado. No quiero que te vayas con esta imagen de mi. Solo... tengo mucho carácter y a veces me cuesta controlarlo.- soltó una ligera risa.

-No, tranquilo yo...-comenzó a tartamudear andando de espaldas, intentando alejarse de él. Tropezó con el bordillo, estaba a punto de tocar el suelo cuando unos brazos lo sostuvieron antes de que el impacto llegara.

-Puedes tranquilizarte, no pienso comerte.- dijo el rizado con humor. Sus brazos rodeándolo.

Sin saber por qué Louis le devolvió la sonrisa al chico y decidió aceptar su ayuda.

Así que allí estaban ambos en el salón de su casa. El rizado vendaba la muñeca de Louis, y este miraba las facciones del chico concentrado en su tarea.

-¿Qué tal has estado?.-preguntó cortándo el silencio.

-Supongo que bien, adaptándome...-sonrió Louis.-¿Y tú? No te he visto en casi un mes por aquí.

Sonrió

-No sabía que estabas pendiente de mi.- respondió logrando que el ojiazul se sonrojara hasta las orejas.-Descuida, he estado ocupado... supongo.

-¿Trabajo?

-No exactamente... - dijo divertido. Louis no entendía.

-Ah, ¿Y...qué te gusta hacer?.- terminó el vendaje, ahora le estaba aplicando un poco de hielo mientras apoyaba su mano en uno de los cojines.

-Supongo que lo que a todos ¿no? No es que sea especial.- susurró.

-Oh venga.- rió quitando importancia.

Se acomodó sobre el sillón de Louis y pasó su mano por sus cabellos rizados echándolos atrás.

-Pienso que las personas gastan su vida en cosas estúpidas, ¿Sabes?. Naces y vas a la escuela, donde estudias para ir a la universidad, allí te preparan para conseguir un trabajo y cuando ya lo tienes trabajas hasta que mueres. ¿Eso es vida? ¿Eso es una meta que realmente vale la pena? Al final de ella no has conseguido nada de nada, malgastando su tiempo en cosas que no tienen importancia, sin pararse si quiera a hacer lo que de realmente te gusta, a admirad las cosas buenas que hay en la vida.

-¿Admirar qué?.- frunció el ceño.

-Simplemente, las cosas bonitas. Es un placer que pocos valoran.

-¿Cómo qué?

-Como tú- sonrió

Louis se sonrojó apartando la mirada.

-No hagas eso.- protestó Harry.- Avergonzarte cuando te halago.- cogió su barbilla e hizo que lo mirara.- No lo hagas nunca más. Eres precioso...

-¿Harry?

-Desde el primer día en que te vi supe que tenía que ser mío.

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Controlled || l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora