Louis estaba dejando toda aquella timidez que había acumulado a lo largo de su vida a un lado, mientras se desnudaba lentamente frente al chico más alto con rizos color chocolate. Era consciente de que se estaba exponiendo ante él y el solo hecho de pensarlo lo hacía estremecer. No importaba la edad o todo lo que hubiera madurado, siempre le daba vergüenza enseñar su cuerpo.
Se tumbó de espaldas a la cama y cerró los ojos con fuerza. Una parte de él seguía asustado hasta la médula, esa parte de él no paraba de repetir en su cabeza que le estaba dando a aquel hombre la oportunidad de romperlo y la otra parte... le decía que no le importaba en lo más mínimo.
Pegó un pequeño brinco cuando notó el colchón hundiéndose por ambos lados de sus caderas como consecuencia del peso de las piernas del mayor posicionándose sobre él. Pocos segundos después notó su tacto caliente y a la vez brusco en su muslo.
Lo notó inclinarse a pesar de que aún contenía sus ganas de abrir los ojos y observarlo, como colocaba una de sus manos al lado de su cabeza y su aliento en su cuello. Sus manos picaban, también quería tocarlo pero se sentía petrificado y en cambio se dejaba hacer. El mayor recorría su cuerpo sin prisas y iba creando caminos de besos por la anatomía.
-Eres pequeño.- gruñó tocando sus piernas y enganchando sus dientes con el borde de su ropa interior.
-Si.- respondió sintiéndose un poco mareado.
Levantó ligeramente sus caderas para que Harry pudiera liberarlo de la única prenda que le quedaba. Una ligera prenda de encaje negra, una de sus favoritas.
El mayor comprendió el mensaje ante su gesto.
-Vamos a dejarlas puestas.- habló sobre sus labios a la vez que presionaba su frente contra este.- Me gustas así.
Se apartó ligeramente de su cuerpo y colocó sus manos en la parte posterior de su camiseta sacándola en un rápido movimiento y dejando su pecho desnudo. A Louis se le cortó la respiración.
El calor emanaba de los cuerpos y chocaba con el ligero frío que hacia en la habitación cread una sensación algo extraña, poniendo la piel de gallina a ambos.
Louis se aferró a las sábanas, agarrándolas y haciéndolas un desastre entre sus puños mientras intentaba enterrar una parte de su rostro en la almohada, gimiendo entre suspiros cuando las manos de Harry apretaron sus muslos y subieron hasta sus glúteos serpenteando. Quería gritar, pero el aire estaba atascado en su garganta.
-Voy a hacértelo tan fuerte.- lo oyó susurrar haciendo que casi llegara al éxtasis.
El rizado comenzó entonces a lamer su cuello lentamente cogiendo una pequeña porción de carne y dejando una mordida de amor. Estiró los brazos y recorrió todo su pecho, rasguñando un poco su piel intentando que acabara con la agonía que le estaba provocando.
En un rápido movimiento el mayor lo giró con un solo movimiento pillándolo por sorpresa. Besó su espalda descendiendo y dejando un camino de saliva. Separó los glúteos de su compañero con tremenda lentitud y presionó su lengua en su pliegue. Louis se removió con un quejido placentero e intentando sin intención apartarse de él.
-Relájate.- lo escuchó decir con un toque de burla, pudo notar su aliento en su piel.
Lo agarró de sus caderas y lo colocó de nuevo en la posición inicial y siguió con su trabajo pero sin quitar la mano de ese lugar impidiendo que volviera a moverse y lo interrumpiera.
Su erección dolía mucho, aquel precioso ser lo excitaba como nunca lo había hecho nadie antes. Sentía una atracción indescriptible.
Después de unos cuantos minutos Harry gruñó al sentir como el pequeño acercaba su cuerpo a él, incitándolo a que siguiera, a que se adentrara más aún con su lengua. Le propinó una nalgada y se separó de él con una sonrisa socarrona. Louis casi lloró.
No sabía si iba a aguantar mucho más, se sentía mareado y demasiado caliente. Arqueó la espalda cuando dos dedos se introdujeron en él sin previo aviso, estirándolo.
-Tan precioso para mi, gatito...-sus dedos crearon un delicioso vaivén.- Te amoldas tan bien a mi, me quieres tan dentro, ¿verdad?
No contestó. Se ahogaba.
Sacó sus dedos de la deliciosa estrechez y cogió la almohada que descansaba intacta en la parte superior del colchón. Louis que veía todo ligeramente borroso le pareció en un principio algo extraño que hiciera eso, pero cuando levantó sus caderas y la colocó justo debajo lo comprendió y en su estómago sintió cosquillas de anticipación.
Sus mejillas estaban rojas, las gotas de sudor hacían que su cabello se pegara a su frente y la manera en la que su pecho subía y bajaba lo hacía parecer un animal moribundo. Harry se relamió, cual león.
-Por favor.- suplicó.
-Eres una puta.-gruñó.- Mi jodida puta.
-¿Q-qué?.- lloriqueó
-Lo eres. Dilo.- le dio una nalgada.
-Lo soy, p-por favor Harry...
-Lo eres, joder.- lo besó desesperadamente.- Solo yo.
Alineó su miembro sobre la entrada del ojiazul y levantó su mentón para besarlo, de manera que el pequeño tuvo que apoyarse en sus codos. Después de intentar besarlo por varias partes de su rostro lo penetró, introduciéndose lentamente.
Louis cerró los ojos con fuerza y su boca se abrió. Dejó de buscar la boca de Harry para intentar acostumbrarse a su intromisión.
-Podría destrozarte.- su voz era ronca y pastosa, pegó su frente a la nuca del mayor y comenzó a impulsarse en su interior.
El castaño cayó como un peso muerto sobre el colchón como un peso muerto, su sudor empapando las sabanas. Pronto se vio envuelto entre las embestidas del rizado, arqueando de vez en cuando la espalda cada vez que este tocaba su punto dulce.
-Eres mio.- susurró en su oído ante una tosca penetración.
-H-harry.- lloriqueaba.
Su boca seguía entreabierta para dejar escapa sus gemidos e intentar capar el mayor oxígeno posible que pueda. No sabe en qué momento comenzó a besarlo, perdió la noción de la realidad por unos segundos.
Las penetraciones comenzaron a hacerse más rápidas. El choque de sus cuerpos resonaba por la habitación de forma sucia. El liquido preseminal hacia que sonara como choque en el agua.
Estaba teniendo el mejor sexo de su vida.
Harry comenzó a moverse de manera más brusca buscando el orgasmo. Sacó fuerzas de dónde no tenía para elevar un poco sus caderas dandole un mejor ángulo para la penetración. Lo quería más, más fuerte.
-Joder, L-louis...
-S-sí, más.
Se volvió a aferrar a las sabanas y gritó cuando el calor del orgasmo llegó para ambos. El mayor dejó caer sobre él agotado, apartó los mechones de pelo de su rostro y rio, el muy cabrón.
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Siento la desaparición, pero no he pasado por una buena temporada en mi vida y bueno, tampoco os quiero aburrir. Espero que os guste el cap.
preguntas sobre la historia aquí
pregunta a mi aquí <3
pd: ¿nos seguimos en ig? soy adrianagruiz Comentaaaa
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Controlled || l.s.
Fanfiction¿Te imaginas tu vida siendo controlada por otra persona?