Capítulo 4

853K 66.1K 215K
                                    

Antes de empezar a leer o preguntarme cuándo subiré el próximo capítulo, por favor dadme un momento para deciros esto:

Como imagino que algunos ya sabréis, estos meses han sido un poco locura. He estado de gira con Antes de diciembre, con Ciudades de humo y, entre una cosa y la otra, desde que empezó enero cada semana he estado de viaje. A parte de eso, hace unos meses borré todo lo que tenía escrito de esta historia porque no me gustaba nada el rumbo que tomaba, así que, a diferencia de las demás que actualizo, la estoy reescribiendo por completo.

Digo todo esto para explicar un poco mi ausencia durante tanto tiempo. No es que no me guste esta historia, ni tampoco que no vaya a volver a actualizarla, sino que no sé cuándo podrá ser. Puede ser mañana, puede ser dentro de un año. No tengo ni idea. Así que, si sois de los que prefieren no esperar, os recomiendo muchísimo que dejéis de leerla hasta que la haya subido por completo.

También quería añadir que os agradezco mucho que le estéis daño apoyo a esta historia a pesar del poco contenido que tiene todavía. De verdad que para mí significa muchísimo. Pero también quería pediros, como ya he hecho en varias ocasiones, que por favor respetéis que los escritores necesitan sus tiempos. No es agradable entrar en cualquier red social, publicar cualquier cosa de cualquier tema y ver que la mayoría de respuestas sean relacionadas con pedir actualizaciones de esta historia. Así no se consigue que una persona quiera escribir, sino todo lo contrario. Y entiendo que no todo el mundo lo hace con mala intención, pero de verdad que es muy agobiante y lo único que consigue es que cada vez que intente escribir a estos personajes me quede bloqueada.

Los buenos libros no se escriben en dos días, así que si queréis un buen libro, una historia disfrutable y que esté a la altura de las demás, solo os pido un poco de paciencia. Necesito tiempo para pensar, sacar ideas (vivir un poquito, porque joder cómo necesito unas vacaciones) y luego ponerme a escribir. La voy a terminar, pero no lo haré de forma apresurada solo por quitármela de encima o para complacer a los más impacientes. Voy a tomarme mi tiempo, como ya he dicho antes, y por eso os aviso: para que, si no queréis esperar, podáis pasar a otras historias y volver una vez esté terminada.

(Mucho texto sorry)

Dicho todo esto, espero que este capítulo os guste. Estaré leyendo vuestros comentarios, a ver qué os parece. Muchas gracias a quienes respetáis mis tiempos y dejáis comentarios divertidos, sois el motivo por el que sigo en esta plataforma. Besis de fresis.


No sé qué era más incómodo, si el entrenador con comida entre los dientes o el silencio que había a mi alrededor.

Al parecer, no era la única que había tenido problemas la noche anterior. Marco estaba enfadado con Eddie por motivos que escapaban a mi comprensión, Eddie se mantenía de brazos cruzados, Oscar bostezaba porque apenas había dormido, Tad se quedaba mirando el horizonte cada cinco minutos y Víctor...

Bueno, Víctor simplemente estaba de mal humor.

O mala hostia, si se nos permite la palabrota.

El entrenador, que seguía teniendo restos de orégano entre los dientes, no entendía nada.

—Hemos hecho un simple juego de pases... ¡y nadie ha atrapado la pelota! ¿Se puede saber qué ocurre?

Estábamos todos en línea mientras nos echaba la bronca. A mí me había tocado ponerme entre Víctor y Marco, que no era precisamente mi lugar ideal. Uno evitaba mirarme a toda costa, y el otro solo lo hacía para ponerme cara de asco.

Las luces de febrero #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora