𝒊𝒗. 𝐏𝐡𝐚𝐧𝐭𝐨𝐦𝐞𝐬𝐪𝐮𝐞

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Dos meses después

REBEKAH POV

Sonreí con ternura al ver como Kol arropaba a su hija ya dormida. Habían pasado unos dos meses desde que me fui con Kol y mi sobrina. Este tiempo fue increíble, Kelsey es una ternura y Kol también.

Siendo sincera, nunca me había imaginado a mi hermano (a ninguno, de hecho) siendo un buen padre.

El timbre del penthouse que compramos sonó y yo sonreí.

—¡El alcohol express llegó! —exclamé feliz.

Mi hermano salió conmigo de la habitación de Kels.

—Pudiste despertarla con tu grito, Bekah. —me regañó y yo bufé.

Kelsey podría despertarse temprano y dormir temprano, pero ella no se despertaba a menos que ella quisiera. Esa niña podría dormir en medio de un tiroteo y no despertar jamás, te lo digo.

—Sí, disculpa. —murmuré abriendo la puerta. Le sonreí amablemente al repartidor y él me dio el alcohol. El hecho de que ahora todo se pueda pagar por internet era fantástico.

Luego me dirigí a la lujosa mesa y saqué unas copas de vino.

—Necesito eso. —confesó mi hermano sirviéndose el vino carísimo. Me dirigí a la heladera para sacar unas bolsas de sangre y tomarlo junto mientras Kol continuaba. —Cuidar de una niña es complicado. Me alegra de que estés aquí, Bex.

Sonreí complacida y le pasé una bolsa. Él la agarró rápido.

—Ya me conoces. Aunque debo confesar, creí que íbamos a ser más fiesteros que más niñeros. —me burlé tomando un trago. —Míranos. ¿Si te hubieran preguntado hace siglos que estaríamos en esta condición, te lo creerías?

Kol no me respondió por estar bebiendo su vino, pero no era necesario. Ya sabía la respuesta: no. Ni en otro milenio lo hubiéramos creído.

—¡No! ¡NO! ¡Papi! ¡Tía Bex!

Mi hermano y yo nos levantamos tan rápido como escuchamos los gritos. No tardamos en entrar a la habitación preocupados y asustados. Kelsey jamás se despierta así.

Mi sobrina estaba sentada en su cama, parecía como si recién se hubiera despertado de un mal sueño.

—Amor. ¿Estás bien, que sucede? —le preguntó Kol intentando averiguar cuál era el problema.

Kelsey comenzó a sollozar y se lanzó a los brazos de Kol.

—¡Es tío Elijah, papi! ¡Soñé que algo malo le pasaba! Algo malo está sucediendo.

Kol y yo nos miramos.

Nueva Orleans

KOL POV

Tan pronto como estacioné el coche en el recinto, vi como Kelsey bajaba a toda velocidad y se entraba. Me preocupé instantáneamente, pues no no tenía ni la menor idea si el recinto era seguro en estos momentos.

La seguí tan rápido como pude y la encontré abrazando a Hayley.

Suspiré de alivio y las dejé tener su momento con Freya, quien acababa de entrar. Fue donde escuché a mis hermanos hablar de cualquier cosa que no sea lo que se tenía que hablar.

—Muy bien, terminó la charla. —interrumpí entrando. Mi hermano estaba muerto, e íbamos a resucitarlo. —¿Podemos matar a alguien ahora?

Klaus me miró y asintió.

—Primero debemos destruir las armas que le dan ventaja a nuestro enemigo. Un rasguño del rosal es letal para nosotros. —se acercó a la mesa donde había un mapa. —Freya rastreó los ocho que quedan, incluyendo la planta del Noveno Distrito.

—Bien. —habló Rebekah. —Entonces, los quemamos y luego asesinamos a esa desgraciada.

Compartieron una mirada y se fueron. Hice una mueca.

—Espinas letales, brujas resucitadas... ¿Qué podría salir mal? —pregunté con sarcasmo antes de seguirlos.

Horas después

Colgué la llamada con mi hermana. Ya había anochecido y hoy me había enterado que los ancestros habían vuelto, lo que significaba que pude haber visto a Davina. Intenté contactarla cambiando unos artilugios de magia negra con unas brujas, pero ella me rompieron el cuello y se lo llevaron.

Ahora solo pude dejar la flor blanca en la tumba de Davina. No planeaba irme sin mi hija, así que supongo que tendría que volver al recinto.

De pronto, me di cuenta que la flor se comenzó a marchitar. Me volteé al sentir una presencia y, como no, una irritante bruja estaba detrás mío.

—No estoy de humor para juegos, bruja. —aclaré enojado.

Sin embargo, ella estaba tranquila.

—¿Así le hablar a la que ayudó a concebir a tu querida hija? —preguntó con falsa inocencia y yo la miré confundido. —¿O la que planea revivir a Davina Claire? Por un precio, por supuesto.

Yo no dije nada, aún procesando lo que había dicho. Sí, sabía que mi hija no había nacido como alguien normal, lo supe por que yo era un vampiro y Davina una bruja.

Ella sacó un cuchillo y se rasguñó la palma de su mano, causando que un grito que conocía se escuchara en el lugar.

—¡Davina!

No tardé en adentrarme al lugar, preocupado. Al entrar, no podía creer lo que veía. Era Davina.

—Davina...

Intenté llegar hacia ella pero una barrera me detuvo.

—¿Kol? —preguntó ella levantándose del suelo.

Nos miramos por unos segundos hasta que se escuchó otra voz.

—Algunos irían hasta el fin del mundo por proteger a su amor.

Me volteé y le demandé con rabia.

—Déjala ir o te destrozaré.

Ella levantó una ceja.

—Yo no haría eso. —alzó su mano izquierda y me la mostró. —Ella y yo estamos enlazadas. —miré la mano de Davina y la bruja decía la verdad. —Además, tu hija ¿Kelsey? Está conectada a mí, no físicamente pero mental. —nos aclaró y sentí la mirada de Davina en mí.

—Oh, por favor. —continuó rodando los ojos. —¿Enserio creían que era un milagro que esa niña naciera? Me refiero, yo hice un poderoso hechizo para poder escapar de los ancestros, ustedes hicieron el resto. —se burló y apreté los puños. —Bien, creo que tienen mucho de que hablar...

Estuvo por irse, pero se volteó como si recordara algo.

—¡Oh! Y, Kol, si quieres mantenerlas a salvo a ambas, me perteneces.

𝖐𝖔𝖑𝖛𝖎𝖓𝖆'𝖘 𝖉𝖆𝖚𝖌𝖍𝖙𝖊𝖗, 𝗍𝗁𝖾 𝗈𝗋𝗂𝗀𝗂𝗇𝖺𝗅𝗌. [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora