VIII. Saturday Fourteen

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Leo caminaba bien ahora

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Leo caminaba bien ahora. Finalmente le quitaron el yeso y el último chequeo mostró que estaba sanando bien de la cirugía. Rosé había ayudado a Jisoo a colocar una red en su puerta para que los gatos no escaparan a menos que la puerta estuviera abierta.

Jisoo entró en la sala de estar y encontró a Rosé acostada boca abajo, con la cámara en la mano apuntando a Leo.

—¿Qué estás haciendo?

—Solo pensé que deberíamos conmemorar la recuperación de Leo—, respondió mientras intentaba obtener una toma adecuada. Fue un poco difícil con los movimientos constantes de Leo mientras jugaba y Fred toqueteando la cámara. Después de algunos disparos, miró la pantalla y pensó que era lo mejor que podía esperar.

Cuando levantó la vista, Jisoo le sonreía con la expresión más tierna que jamás había recibido de ella.

—¿Sí?—, la pelirroja dijo suavemente.

Rosé le sonrió tímidamente. —Sí. ¿Podemos llevarlo a él y a los demás a dar un paseo? ¿Quizás esta noche con Hank?

Jisoo se arrodilló en el suelo junto a ella y se inclinó para besarla. Rosé encontró sus labios con entusiasmo.

Cuando se separaron, Jisoo tomó su rostro entre sus manos.

—¿Estás segura?

Con la mano rascando distraídamente a Fred, la rubia asintió, —Estoy segura.

Volvió a besarla, antes de que Dalgom y Leo se lanzaran hacia Rosé con maullidos angustiados. Cayó hacia atrás con una risa ahogada, sabiendo ahora que sus ataques eran inofensivos, con las garras retraídas. Fred vino a su rescate, alejando a sus hermanos. Jisoo los dejó jugar y pelear, lanzando una pelota a la refriega para aumentar el caos.

Rosé la miró a los ojos y le sonrió.

—Los gatos son lo peor—, dijo.

—Vuelve con Hank entonces—, respondió la pelirroja.

Jisoo nunca se había sentido más feliz.

Three devil spawn | ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora