𝗖𝗦» Park Roseanne odia a los gatos, pero la vecina de al lado que realmente quiere conocer tiene tres de esos engendros del demonio.
→ 𝐃𝐚𝐭𝐨𝐬;
❀; |Historia corta. 9 Capítulos cortos.
❀; | #1 Chaesoo
→ No se aceptan copias ni adaptaciones.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Entraron en el umbral de su nuevo hogar, ambas sudorosas y completamente exhaustas. Finalmente habían movido todas las cajas.
La casa era mucho más grande que los apartamentos en los que habían vivido antes. Por un lado, tenía un patio trasero donde Hank podía saltar y correr un poco. Estaba más lejos en los suburbios que los apartamentos, pero ambas habían acordado que era una buena compensación por el aumento de espacio que disfrutarían.
—Bueno, esto es todo—, la australiana anunció. —Nuestra casa.
—Casa—, repitió Jisoo con la mayor sonrisa en su rostro. Cerró la puerta mosquitera detrás de ella, instalada para asegurarse de que los gatos no salieran corriendo a la calle, y luego cerró la puerta roja de entrada. Ambas miraron el desastre total frente a ellas. Los gatos saltaban alegremente de una caja a la siguiente y golpeaban los objetos sueltos. Una pelota rebotó en un lado de la cara de Hank, donde dormitaba frente a la chimenea. Abrió un ojo y dio un gran bostezo.
—Nuestra casa—, la rubia dijo de nuevo, acercando el cuerpo de Jisoo a ella. —Con mi amado, estos tres gatos, y um, tú.
Jisoo se rió de sus palabras, empujándola y dándole la espalda. —Ve con Hank entonces.
Rosé rió y tiró de la pelirroja hacia atrás en sus brazos, besándola sonoramente en la mejilla. —Nunca, estamos obligadas de por vida por nuestros votos— la rubia entrelazó sus dedos con la más baja, el corazón amenazando con salirse de su pecho al ver el anillo en la mano de Jisoo. —Mi esposa increíble. No te desharás de mí tan fácilmente. Soy como el pelo de un gato en tu ropa.
De nuevo, Jisoo se rió, envolviendo sus brazos alrededor de Rosé.
—Tú eres terrible.
—Terrible como tus gatos.
—¡Deja de insultar a mis gatos!
—Nunca. Son los engendros del demonio.
—Los amas.
—Absolutamente no.
—Cállate, Park Roseanne, y bésame apropiadamente.
—De acuerdo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
