—No me gusta este sitio, ¿podemos irnos? —pide Beomgyu asustado, pensando en los extraños sucesos de antes.
Los tres chicos comenzaron a andar sin responder. Soobin había vivido otra serie de paranoias en el lugar, por lo que no hizo preguntas. Eso les dio pistas a los otros dos para saber que él también había sufrido algo parecido.
—¿Qué edad tenéis? —interviene Soobin para cortar el silencio incómodo y por curiosidad.
—Veinte —responde el menor señalándose a sí mismo— y veintiuno —concluye señalando a Beomgyu.
—Ah, soy el mayor. Cumplo 22 este año.
—¿La altura va por edad o qué? —bromea Taehyun, a lo que todos ríen.
—Oye, ¿qué es eso de allí? —pregunta Beomgyu mientras lo señala intentando ver algo achinando los ojos.
Los demás lo siguen, más no alcanzan a ver nada fuera de lo normal, solo tierra, agua, plantas y algunos pájaros.
—¿El qué? —dicen casi a la vez los otros dos.
—Allí —señala de nuevo—; Hay una sombra...
—Creo que necesitas descansar —dice el menor preocupado—. Por si acaso, vamos para el otro lado.
Cambiaron de rumbo dando media vuelta hasta llegar a donde se encontraban cuando conocieron a Soobin. Beomgyu se separa de ellos corriendo.
—¡¿A dónde vas?! —grita el menor intrigado.
Luego, ve que se dirige hacia un chico que se encontraba en el suelo y aceleran un poco el paso.
Beomgyu hinca las rodillas en el suelo y le toma el pulso sin éxito. A pesar de asustarse un poco, se acerca a su cara para escuchar la respiración del chico mientras ve su pecho subir y bajar levemente. Luego de comprobar que está vivo, se sienta rendido en el suelo soltando un quejido.
—¿Cómo está? —pregunta el mayor mientras se acerca.
—Respira, pero no se le nota el pulso.
—¿Y si le ha dado un ataque tan fuerte que ha llegado a su límite y su cuerpo ha tenido que calmarse de golpe?
Se sorprendieron por sus palabras y se hizo el silencio. Todos sabían que eso podía suceder.
(Mientras tanto, en otro lugar del sendero)
—¡¡Aaaaaaaah!! ¡¿Cómo se sale de aquí?!
—Me he perdido, pero pensaba que allí estaba... —mira hacia la carretera y no reconoce el lugar— Estoy soñando. Ahora me despierto y no ha pasado nada.
Cierra los ojos esperando que, cuando los abra otra vez, despierte en su cama para tomar su zumo de naranja de por la mañana. Al abrirlos, se encuentra con una persona. Va hacia ella para pedirle ayuda, pero, cuanto más se acerca, más rara la ve.
«¿Tiene una cicatriz en la cara? ¿No tiene ojos? ¿Ni nariz?», piensa el joven. Cuando ve su enorme boca con unos dientes afilados, lleva sus manos a la cara evitando gritar cubriendo sus labios con estas entrelazando los dedos.
Cuando va a huir, se tropieza con su propio pie al dar la vuelta, cayendo al suelo. Ante esto, cierra los ojos llorosos esperando su muerte cubriendo su cabeza con los brazos.
(Perspectiva de Beomgyu, Taehyun y Soobin)
El chico se encuentra aún en el suelo, rodeado por los otros tres, que velan por su salud y seguridad. Soobin se encuentra a su izquierda, mientras que Beomgyu se quedó a su derecha, más cerca de la cara y Taehyun a su lado.
—Soobin —se dirige a él el menor para comenzar su pregunta en cuanto el mencionado lo mira y le hace una señal con su cabeza y ojos para que siga—; ¿Dónde te encontrabas antes de llegar aquí?
—En un teleférico.
Los otros dos lo miran fija y rápidamente extrañados, hasta que el chico se despierta.
Al abrir los ojos y ver a tres personas mirándolo, se asusta.
—Tranquilo. ¿Cómo estás? —pregunta Soobin.
—¿Q-quiénes sois? —tartamudea el recién despertado.
—Somos Beomgyu —se señala—, Taehyun —lo señala—, y Soobin —lo señala.
—El burro siempre va al final —le replica el menor.
—Cállate —susurra Taehyun avergonzado.
—Te ha llamado Burro —se une el chico nuevo. Cosa que hace reír al grupo y que Beomgyu siga la broma gritando.
—Me llamo Huening Kai, ¡mucho gusto! —se presenta el chico, aún en el suelo, con voz tierna.
—¡Igualmente! —responden casi al unísono. La voz de Taehyun casi pasa desapercibida una vez más, pues, en varias ocasiones, le entra la timidez.
Huening Kai se incorpora, sentándose en el suelo con ayuda de Beomgyu. Sabía que no tendría fuerzas para hacerlo solo después de las palabras de Taehyun diciendo que pudo haber sufrido un ataque. Soobin se hace a un lado, posicionándose en frente de Taehyun para que el nuevo se sentara a su lado, en frente de Beomgyu. Acto seguido, se miraron entre los cuatro y sonrieron, ya no estaban solos.
—Huening Kai, ¿qué edad tienes? —preguntó Beomgyu.
—Cumplo veinte este año —responde mirándolo a él, como si la conversación se centrara en ellos dos.
—¡Yeyyy! ¡Ya no soy el pequeño! —exclama Taehyun con una gran sonrisa.
Beomgyu rió a carcajadas mirándolo. «Qué tierno», pensó.
El mayor se conmovió por lo cómodo que se encontraba en el grupo, esperando pasar con ellos el máximo tiempo posible. Si bien desde que lo encontraron reía a veces, a partir de ahora estaría todo el tiempo con una sonrisa en la cara.
—¿Dónde estabas antes de llegar a este sitio? —preguntó el mismo de siempre.
—No lo sé... —soltó evitando cualquier contacto visual.
—¿Cómo no sabes? —cuestiona Beomgyu.
—Tenía una venda en los ojos y me llevaron por muchos sitios —contesta extremadamente serio. Tanto que asusta a los demás.
Taehyun sigue viendo cómo Huening Kai solo tiene ojos para Beomgyu, cosa que lo entristece. Quiere que ese chico sea más amigo suyo que de otra persona.
En realidad, el menor simplemente está asustado. Por eso habla únicamente con quien tiene delante.
(Perspectiva del chico misterioso)
Se escucha un aullido por alante, a la derecha, a lo que el joven mira de reojo y ve un lobo, el cual se acerca al hombre con boca enorme antes de que alcance al chico.
El lobo le pega un bocado al ente tan grande que le arranca un cacho de carne del lado del estómago. En lugar de la cabeza, se tapa los oídos. El ruido que produce el hombre, si se le puede llamar así, es tan infernal que lo deja paralizado allí sentado, con las rodillas cerca del pecho, la palma de sus manos cubriendo sus orejas y con los ojos como platos, presenciando aquella escena.
El hombre se volatiriza, dejando una capa ensangrentada en la tierra. El lobo mastica el cacho de carne arrancado, con el morro lleno de sangre.
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El Sendero: Lo que nadie ve
Mystery / Thriller¿Pretendes que te cuente de qué va? Ni yo misma, que lo estoy escribiendo, lo sé aún y dudo saberlo. Deberás leerlo y, aún así, tal vez no seas capaz de entenderlo.