El Sendero: Lo que nadie ve

Compañía

(Perspectiva de Soobin)

—Cuando no estoy con ellos, tengo miedo de que sólo queden cenizas negras. Sigamos la promesa, no podemos dejarla de lado —dice nada más despertar.

Corre hacia su destino.

(Perspectiva de Yeonjun)

—Vale... Estamos aquí otra vez.

Analiza la situación mientras camina en dirección al lugar acordado.

Alguien ha muerto..., el tiempo se ha reiniciado..., nos encontramos... Y aquí no ha pasado nada.

(Perspectiva de Soobin)

—¡¡¡Hyukai!!! —exclama mientras corre hacia él.

—¡¡¡Soobin!!! ¿Cómo estás? —dice con una sonrisa, feliz por ver a su amigo.

—Bien. Estábamos con Yeonjun. ¿Crees que les habrá pasado algo a ellos? —pregunta preocupado.

—Es posible. Vamos a esperarlos.

El mayor asiente cuando algo capta su atención.

(Perspectiva de Beomgyu)

—¡¿Qué ha ocurrido?!

La chica solo puede llorar, rodeando con su brazo, con el que antes señalaba hacia delante, la rodilla contraria a modo de auto-abrazo, apretando fuertemente. Le falta el aire.

Beomgyu mira al cuerpo sin vida, al charco de sangre que tinta su ropa y el suelo debajo de él. Presenta la ropa desgarrada, quemaduras y agujeros en el cuerpo, y la cara y el pecho desfigurados. Sin embargo, sus ojos siguen con los párpados abiertos, lo que lo hace ver aún más espeluznante, si cabe.

Al dejar de mirarlo, se acerca a la chica para sostenerla por los brazos y alejarla de aquel sitio.

(Perspectiva de Soobin y Hyukai)

—¿Taehyun?

—¡¡¡Taehyun!!! —lo llaman a voces los dos y corren hacia él.

—¡Chicos! —hace una pausa para coger aire— venid.

Al llegar, ven un cuerpo boca abajo en la hierba alta.

—Respira, solo está inconsciente. Ayudadme a moverlo.

(...)

—Derecha; Un poco a la izquierda; Ahí vais bien; ¡Parad!

—¿Qué pasa? —pregunta Taehyun.

—Me picaba el ojo —dice mientras se rasca.

—Soobin... —menciona su nombre con tono amenazante.

—Lo siento, lo siento —le entra la risa nerviosa— seguid para alante.

(...)

—Dejadlo ahí.

—¿Aquí bien? —cuestiona Hyukai esperando la confirmación por si las moscas.

—Ahí. Perfecto.

Taehyun se seca el sudor de la frente mientras suelta un quejido de cansancio y victoria.

Toca su ropa en la zona de los bolsillos.

—¿Qué haces? —pregunta Soobin.

—¿Le quieres robar? —le sigue Hyukai.

—¿Para qué querría robarle? —pregunta irónicamente—; No. Estoy buscando algún móvil.

—Oh, ¿qué es eso? —capta Hyukai la atención de sus amigos y acerca su mano hacia el bolsillo izquierdo de la chaqueta del chico para tirar de una cuerda azul. Al sacarla, cierra el puño agarrando el extremo y mirando el objeto que cuelga.