IV. Un balde de agua fría

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Rosé pov.

- Entonces... ¿me aceptarias un café?

No pude evitar sonrojarme con su propuesta, mina realmente me dejaba intercalando entre la timidez y la emoción. Sopeso su propuesta y esta me miraba atenta, le regalo una sonrisa y asiento. Parece que un extraño brillo emana su rostro y mis latidos no se hicieron esperar.

Para ser honesta nunca pensé que alguien mas haria acelerar mi corazón de esa manera como lo hace Lisa. Aunque ahora lo único que me generaba era dolor...

Nunca comprendí porque lisa había hecho las cosas de cierta forma, nunca entendí por que no habla de las cosas que pasaron... finalmente siempre todo se volvía una mezcla entre confusión y decepción que no me podia sacar del interior de mi ser. Pero las cosas cambian, yo cambio... nada es para siempre.

- ¿En que piensas?

Mina quien bebia su té de jazmin me miraba atenta y solo nege con la cabeza. Tomo un sorbo de mi capuchino y por primera vez me atrebo hablar de ello.

- Es solo que no quiero llegar a casa
- ¿Por aquella chica? ¿Lalisa?
- Si, mmm bueno no especificamente ella.... ah es complicado
- Entiendo, bueno si no quieres hablar de ello esta bien.
- Gracias

Guardamos silencio un momento y sopeso si fue buena idea comentar aquello hasta que mina vuelve hacer presente su voz que denota compresión y ternura.

- Sé que nos acabamos de conocer y las cosas pueden ser complicadas pero... hay algo que siento y no sabria explicar, solo espero que sepas que puedes decirme lo que quieras cuando necesites ser escuchada.

Mina baja su mirada avergonzada y no puedo evitar enternecerme por su acción, Ella era maravillosa.

No pude evitar sonreir por sus palabras, por el hecho de que me halla salvado de toda esta situación tan complicada para mi. Quizas las cosas realmente pueden cambiar para mi...

- siempre puedes contar conmigo para una taza de café
- jaja nos quedaremos sin sueldo a este paso
- puede ser pero no dejaria escapar esta oportunidad
- ¿De tomar té?
- De conocerte...

                              *

Tomo aire pesadamente antes de abrir la puerta principal del departamento y apesar que esperaba encontrar una escena romantica sacada de peliculas solo vi los sillones vacios por completo iluminados por la luz tenue del televisor que mostraba una pelicula de stephen king.

Al parecer ya no habian moros en la costa, deposito mis cosas en la mesa de centro y me dirigo a la cocina por un vaso de agua hasta que... hasta que escucho un sonido inconfundible.

"Gemidos..."

Pensé por un momento que mis oidos me jugaban una mala pasada pero no era así en lo absoluto. Una sensación horrible recorre mi cuerpo y mi estomago se estruja en mi abdomen...

"¿Era así como debia ser, Lisa?"

Mis ojos se cristalizan y apesar que no deseaba llorar, una lagrima se escapa sin permiso alguno. Quería moverme, mover mis pies y escapar pero estos no me obedecian en lo absoluto, no queria y mi mente tampoco. Parecia que ambos se habian puestos de acuerdo para que yo presenciara aquel suceso y me maldije por un momento por seguir ahi, parada ahogando las lagrimas que amenazaban con seguir su curso hasta que despues de varios minutos aquellos sonidos sesan por completo.

Me obligo a moverme de repente cuando escucho la puerta abrirse y siento unos pasos que a mi parecer parecian inconfundibles... era lisa.

Me volteo rapidamente al lavadero y tomo un vaso de agua, y por un momento agradeci internamente que las luces se encontraran apagadas por completo.

Ai no kaika (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora