Ai no kaika (Chaelisa)

XII. Abismo

Rosé pov.

Era exactamente así... un abismo. Uno en el cual no había salida, era una angustia palpable que florecía en cada célula de mi cuerpo.

Mis lagrimas caen mojando el frío piso de la sala de estar y mis cuerpo completo se encontraba en shock. Sentía la ausencia de aire en mis pulmones como si ellos no supieran como hacer su trabajo, todo en mi temblaba de miedo ante lo que parecía inevitable...

"¿Porque pensé que esta vez sería diferente?"

Un quejido se atora en mi garganta provocando que un extraño sonido surge de ella cuando siento una extraña y fuerte puntada en mi pecho.

Mi espalda se curva ante el profundo dolor y mis manos se van directamente a el como si eso aliviará realmente la sensación. De un momento a otro todo esta en completo y absoluto silencio mis oídos se habian negado a escuchar, cuando levanto la cabeza con el poco esfuerzo que me quedaba y veo que la puerta se abre de golpe.

Cuando pierdo el conocimiento...

Me pesan los párpados como si un billar de peso se posicionará sobre ellos...

Al despertar la habitación se encontraba vacía, aunque unas leves voces se escuchaban a lo lejos.

Me apoyo en la cama con dificultad cuando alguien entra a la habitación.  Era lisa...

Apresuradamente se acerca con una rostro pálido y preocupado.

- ¿Como te encuentras linda...?
- mmmh Agotada
- Recuestate

Me posiciona nuevamente en mi cama cuando comienza a explicar su desaparición.

- Perdon, había bajado a comprar el desayuno mientras dormías preciosa

Menciona mientras acaria mi rostro, asiento levemente cuando mis lágrimas comienzan acumularse en mis ojos.

Besa mi frente un momento mientras no cesan sus caricias... hasta que logro tranquilizarme.

Como siempre lo había hecho... como lo hace ahora.

Flash back

El comienzo en otro instituto no era algo fácil, el cambio de un lugar a otro me generaba ansiedad. Todo se sentía aterrador, y apenas llegó a mi nuevo establecimiento siento que me tiemblan las piernas.

Me acerco a pedir indicaciones al comité estudiantil que daban la bienvenida a los nuevos estudiantes.

Al llegar al salón de clases decido elegir un asiento en la parte trasera de este, para evitar sociabilizar con gente... me generaba demasiado pavor.

Respiro profundamente al tomar asiento y algo interrumpe mi tranquilidad momentánea.

- ¿Meditando chica pelirosa?

Casi se me escapa todo el aire de los pulmones cuando veo el propietario de aquella voz tan familiar que aveces surgía en mis sueños.

- Lalisa...
- Nunca pensé encontrarte aquí. También no esperaba vernos de nuevos pero he aquí... quizás sea el destino.

Menciona esto último guiñandome un ojo, provocando que mis mejillas se vuelvan de color carmesí o eso concluía por el calor que había subido a ellos.

Niego con la cabeza y hago una leve sonrisa...

- N-no lo creo...

Menciono y ella me sonríe picaramente..

- ya veremos.

Se retira como había aparecido, casi sin notarlo. Su caminar era pausado y tranquilo resaltando la sensualidad innata de la castaña. Me quedo un momento observándola más de la cuenta cuando agitó mi cabeza...