Luego de llamar a Jabi para saber como iba la empresa se dedicó por completo a lavar la mancha, le había tardado horas pero al final lo había conseguido, puso a secar la camisa y después se dió una ducha.
Cuando estuvo duchada decidió ir a llevársela, por Juana supo que estaba en su cuarto.
Al llegar tocó la puerta
_ Adelante _ dijo él
Mari abrió la puerta para encontrarse a su hermanastro con el torzo semidesnudo y con una toalla envuelta en la cintura._ Creo que pensaste que era Juana, otra vez _ dijo ella algo nerviosa
_ Así es_ dijo mirándola con una sonrisa divertida
Las mejillas le ardían. ¿En serio?
Ese hombre la había visto desnuda y no se había puesto nerviosa, pero sin embargo ahí estaba ella a punto de salir corriendo por un torzo desnudo.
Contrólate_ pensó
_ ¿Qué necesitas?_ pregunto él
_ Vine a traerte tu camisa_ dijo tendiéndole esta__ Ya está libre de manchas
_ Está muy estrujada_ dijo él observando la camisa
Qué mal agradecido_ pensó ella
_ Creo que me la diste así
_ No, no te la dí así
_ Bueno de todos modos ni plancha traje_ dijo encogiéndose de hombros_ nos vemos_ dijo abriendo otra vez la puerta pero esta vez para salir.
Decidió pasar la noche estudiando un poco y le pidió a Juana que le llevara la cena a su habitación .
Ese noche durmió bien, no tuvo pesadillas.
Los tres días siguientes casi no vió a Alexander,en las mañanas cuando se despertaba ya él se había ido a trabajar y las clases de la Universidad habían aumentado hasta la sesión de la tarde. Apenas tenía tiempo para ducharse, comer y dormir y durante las cenas apenas se habían dirigido la palabra.
Una tarde cuando llegó a la mansión escuchó una voz de mujer que provenía del despacho de Alex, ella se disponía a subir las escaleras hacia su habitación cuando escuchó que salía a relucir su nombre en la conversación. Entonces caminó hacia el despacho el cual tenía la puerta abierta.
_ No puedo creer que esté viviendo contigo, esa chica es una mal educada pensar que su madre parece de la realeza y ella es toda una corriente, lanzó la cámara de mi asistente al agua en nuestras narices_ dijo Mariana
_ Creo que pagué eso_ dijo Mariangel arrecostándose al umbral de la puerta y saludando a Alexander con la mano en señal de provocación.
_ No todo se arregla con dinero_ respondió Mariana
_ Les dije que no me apetecía una entrevista
_ Aún así no tenías derecho, ahí habían tomas acabadas de hacer y las arruinaste tuvimos que repetirlo por tu culpa.
_ Tú arruinaste mi almuerzo
_ Recuerdo ver como te lo comías en tu coche
Mariangel le sonrió de manera inocente y se encogió de hombros para luego marcharse. Dejando a una Mariana más que enojada
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Nunca Te Dije Que Te Quería
Teen FictionMariangel regresa a la ciudad dónde un pasado tormentoso le persigue, intentando dejar todo atrás para continuar con su vida y su carrera pero un altercado con su departamento la llevará directo a vivir con su aún desconocido hermanastro. La atracc...