Estrella Fugaz [CanMex]

CAPÍTULO 5 / PAULA

⚠️ADVERTENCIA: A continuación mucho texto. Se recomienda no dormirse y si es posible tener awita cerca.

💫

POV: PAULA

Mi infancia es algo así como un misterio para mí.

No recuerdo muchas cosas de ella. Ni recuerdo a mis amigos, ni a mis maestros, no recuerdo exactamente como fue.

Siempre pensé que fue algo así como feliz.

No tengo quejas de mi infancia.

Y no las tengo porque no la recuerdo.

Lo único que recuerdo es el olor a medicina la mayor parte de día en la casa.

Conforme fui creciendo tuve muchas personas importantes en mi vida, y muchas de ellas ya no están ahora. Ya no están en mi mundo, en el mundo.

Recuerdo distintas caras entrar en el consultorio de mi madre y halagarme, muchos decían que para mí edad era alguien inteligente. Creo que siempre pensaban que seguiría los pasos de mi madre y me convertiría en una gran doctora, las personas tienen un idea de que las personas "inteligentes" deberían aprovechar su potencial para estudiar medicina.

Es algo en lo que yo no estoy de acuerdo.

Pero mi madre si lo estaba.

A pesar de que ella siempre fue mi héroe, mi todo; cubriendo el papel de madre, padre y mejor amiga en mi vida, hacerme creer que ese era mi propósito en mi vida no es algo que logre perdonarle, manipular a una niña diciéndole que ella nació para "salvar vidas humanas" aún sabiendo lo que eso conlleva y viviendo en carne propia lo peligroso que es estudiar esa carrera en este mundo tan corrupto, en en este país, si de por sí el mundo es corrupto imagínate uno donde convivas con los representantes de cada país. A pesar de eso, ella era capaz de arriesgar a su propia hija.

Para una niña era muy confuso que extraños entraran a las 4 mañana a su casa con un enfermo desangrándose y casi muriéndose en su sillón favorito y que tú mamá en vez de llamar a la policía como cualquier ciudadano inocente los ayudará.

Pero ella no era inocente.

Y eso es algo que una nena no comprende, pero una adulta sí.

¿Cómo alguien puede pasar de ser héroe a villano en un instante? 

Mi madre debería estar odiandome desde su tumba.

Al final si decidí salvar vidas, pero no vidas humanas, los humanos no valen la pena.

Y eso lo entendí a una muy temprana edad.

Nunca la odie, porque entendía porque lo hacía. No lo hacía por gusto, nadie se mancharía las manos de sangre sucia por gusto.

Supe que ella lo hacía porque no tenía otra opción cuando me avisaron sobre su muerte, días después de que ella me prometiera que nuestras vidas cambarian.

Y mi vida cambió. Claro que tu vida cambia cuando matan a tu madre.

Como ella, muchos también me abandonaron. Muchas personas importantes para mí se han marchado, muchas menos una.

México.

Y aunque no es un humano como tal, es mucho más humano que varios que se dicen serlo. 

Y es el único que ha estado conmigo durante mucho tiempo y nunca me ha dejado sola.

Soy consciente de que seré yo quien lo deje.