→ Five: De la Nada

154 17 13
                                    


03:52


"Aldo ¿No tienes sueño?" preguntó Gianluca volteando a mirarlo. El bonito perfil de Aldo encarando al oscuro mar. Que apenas era iluminado por uno que otro barco que regresaba de pescar. "Parecieras que hicieras esto de salir en las noches constantemente"

"Lo hago" Aldo asintió muy sonriente encogiéndose de hombros. "Salir a caminar por las noches es el único momento en el cual me siento vivo. Estar en mi cuarto encerrado bajo cuatro paredes me resulta asfixiante. Es mejor llorar afuera, a oscuras, con la brisa marina golpeando tu rostro... supongo que no me entiendes, pero no espero que lo hagas Gianluca. El día que te sientas completamente roto y vulnerable, y quieras sanar por tu propia cuenta sin pedir ayuda quizá me entiendas. Muy aparte de tener amigos, sabrás que la soledad es tu mejor y fiel aliado que nunca te deja... la más hermosa compañía. Que termina siempre en lo mismo, en la tan ansiada muerte"

Gianluca se mostró muy desconcertado por las palabras de Aldo. Intentó tomarlo como una broma de mal gusto, pero los bonitos ojos de Aldo mirándolo derrochaban sinceridad.

Hizo pucheros resignado al no poder entenderlo.

Cualquiera que escuchara a Aldo diría que tenía tendencias suicidas, añadiendo a ello los golpes que tenía que aún no recordaba el mismo Aldo.

"Quisiera decirte que te entiendo" admitió el italiano con una mueca disgustada. Aldo sonrió un poco. "Pero, sería un mentiroso decir que te entiendo. Lo único que te diría es; por favor, no cometas una locura"

"¿Por qué lo dices?"

"Eres humano Aldo, no eres de piedra. Tus palabras demuestran cómo te sientes, tu expresión y tu mirada. Sientes, lloras, ríes, te deprimes, te enojas, te ilusionas... me ilusionas. Siento que tus palabras son como una reflexión que debería aprender. Algo que tú quieres evitar y que las demás personas pasen lo mismo que pasaste tú"

Aldo dejó escapar un suspiro risueño mientras negaban.

"Habrá un momento en el que recordarás mis palabras y dirás; Joder, Aldo tenía razón"

"¿Seguiremos hablando hasta ese entonces?" preguntó muy curioso Gianluca.

El más bajo se encogió de hombros haciendo una mueca disgustada.

"Espero que sí. Para tener la oportunidad de restregarte en la cara mi poderosísimo; Te lo dije. Y para que te acuerdes más de mí, escucha muy bien" pidió.

Gianluca dio un paso para quedar más cerca de Aldo y escuchar atento.

"Te escucho, Aldo bonito"

Las mejillas de Aldo se pintaron de un bonito sonrojo al cual no estaba acostumbrado y se rió dejando ir su nerviosismo por las palabras del italiano que hacían un efecto en él.

"Si vas a pasar mucho tiempo aquí, por favor trae a tus hijas... no las dejes allá. Ellas te van a necesitar y verlas por una pantalla no es suficiente tampoco significa mucho. No es saludable para ellas y tampoco para ti. Así si puedes invertir tu tiempo en traerlas aquí a Perú te servirá de buena ayuda, es más... yo podría decirle a pollito que te ayude a cuidarlas. La paciencia de pollito es como mi homosexualidad"

Gianluca dejó escapar una escandalosa risa mientras golpeaba el barandal de manera en el cual estaban apoyados.

Dichas de Aldo Corzo, ser el único en presenciar tal acto, la sonrisa de Gianluca le llenaba de una gran calidez en el pecho.

Los ojos de Gianluca haciéndose chiquitos en su rostro, pequeñas arrugas formándose por sus mejillas elevadas producto de su amplia sonrisa resplandeciente.

Tonight & Ashes → GL & ACDonde viven las historias. Descúbrelo ahora