Capítulo VI: El Lado Que Nunca Se Supuso

9 1 17
                                    

◣◥◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢◤◢

Mayo 2019, Kevrov.

   La primera junta se realizaba, se estaba por firmar la paz entre Rusia Unidos y la coalición de los países restantes, era una paz a costa de la libertad, pero todo el comité de países latinoamericanos sabía que era imposible enfrentar a aquel ejército en las condiciones que se encontraban, quizás le podían ganar, ¿pero a qué costo?, eso lo sabía muy bien Zoé, y no pretendía buscar más conflictos de los que ya habían, a pesar de su miedo inevitable de que sea una excusa de Ivanna para rearmarse.

   A la noche luego de la firma del tratado, todos los representantes de los países en cuestión habían sido invitados al gran salón del castillo de la familia de Ivanna, se preparaba un festín, la invitación incluía a los acompañantes, por lo cual René debía ir, sí o sí, para evitar poner en riesgo la integridad de Zoé y por ende su vida en peligro. Zoé decidió vestirse esta vez con un vestido simple, negro, que no dejaba ver mucho, pero ella lo prefería así, era su forma de ser, se sentía cómoda vistiendose así. Por otro lado René se vistió con un pantalón de traje, también negro, y una camisa blanca, la cual usaba dentro del pantalón, sin corbata, no sabían que tan elegantes debían ir, pero intentaban estar en un punto neutro por si acaso. Terminaron de vestirse, y se miraron, Zoé se acercó a él, y le acomodó el cuello de la camisa, el cual nunca se lo preparaba bien él. Con un poco de pesar le recordó la razón por la cual estaban allí, al ver que René no se sentía cómodo con toda la situación.

   —Yo sé que te trae malos recuerdos este lugar, pero a veces para construir un mundo mejor, debes tirar el viejo abajo, y si no lo hacemos más gente morirá... no estoy dispuesta a eso, la guerra ya debe terminar.

   —Lo sé amor... Solo que Ivanna intentara crear más super-soldados, y eso traerá más muertes, más caos, ella perderá el control en algún momento —respondió René al sujetarle las manos a Zoe quien seguía acomodando la camisa a pesar de que ya había quedado bien.

   —Entonces el enemigo no es ella... si no que los super-soldados lo son —respondió Zoé mientras se acercaba un poco más a René.

   —Siempre lo fueron... y odio ser el enemigo —dijo René con una pequeña sonrisa que denotaba tristeza.

   —Nunca lo fuiste, y nunca lo serás René... Te amo, y no voy a dejar que te maltrates así, juntos conseguiremos una forma de eliminar a los super-soldados, debe haber algún antisuero... Tendremos tiempo para eso.

   Zoe terminó aquella frase con promesa, tocó con su mano el rostro de René, quien cerró los ojos al tacto, ella lo beso por unos segundos, se sonrieron al verse y partieron a la cena.

   Al estar llegando al salón René comenzó a recordar el camino, se dirigían a la habitación donde Steve los traicionó, donde Mohamed había muerto en manos de este último, en su mente creía que era intencional, una muestra de poder, y todo fue confirmado a su forma de ver cuando al entrar en el salón todavía podía distinguirse la sangre que manchaba los tablones de madera del suelo, donde Steve había hecho el disparo, decidió tomar fuerzas, por Zoé, e ignorar todo eso, por un bien mayor.

   Todos se habían sentado ya, la única persona que faltaba era Ivanna, la cual llegaría pocos minutos luego, escoltada por su grupo de élite, los Soldados de Chernobog, esta vez con un uniforme más nuevo, con placas metálicas en las partes vitales del cuerpo, y unos cascos de aparente Kevlar, con lentillas similares a las del casco de René. Aquellos hombres ni se inmutaron con la presencia de René, o de nadie, no le temían a nada.

   Ivanna se sentó en el extremo de la mesa, donde una vez lo había hecho cuando conoció al Escuadrón 7. Hizo una seña con su dedo, y en ese momento sirvieron más de diez meseros los platos sobre los invitados, carnes de las más exquisitas, verduras de las más costosas y salsas con un aroma que incluso a René por un momento hizo olvidar sobre aquellos problemas.

[Completo] La Puerta De La Penumbra IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora