Kaneda observa los apuntes de Katsuki, el rubio tiene bastante tarea por hacer y estar estático en un mismo lugar comienza a frustrar al peli azul. Como es de esperarse no entiende ni una sola letra, comprende un poco las matemáticas y odia recordar a su profesor de ropa desaliñada y cabello escaso exclamar: ¨La matemáticas son un lenguaje universal¨ Desde que llegó a los dormitorios no ha salido del cuarto ajeno, es incómodo interactuar con gente tan diferente, sentirse débil ante la mínima preocupación.
Tampoco puede procrastinar en su celular, por que Katsuki se lo entregó a su tutor, en busca de una respuesta a las noticias leídas en la mañana, tratando de no hacer ruido y así no molestar a Bakugo toma entre sus manos lo que parece ser un Xbox o un modelo parecido entre un montón de cosas acumuladas en una esquina del cuarto, re busca entre estantes sigilosamente y encuentra una caja con herramientas, así que comienza a abrir el aparato, hay cables quemados y partes sucias que no permiten que funcione de manera adecuada, así que comienza a limpiarlo todo.
El peli azul recuerda varios dispositivos con mecanismos similares, por lo que no es tan difícil, se concentra en sí mismo, desde pequeño fue una basura en la escuela, hasta su letra al escribir era una completa deformidad, en matemáticas se defendía bastante bien y en física era bastante bueno, pero en las demás materias parecía un completo imbécil. Pero al estar la mayoría del tiempo con su padre le tomó cariño a reparar cosas electrónicas y salir a ayudar en trabajos de electricista. Toda su concentración se va lejos al sentir una mano sobre su hombro, haciéndolo brincar y exclamar un grito no tan varonil.
— ¿Te asustó esa mamada? — Se burla Katsuki. — En fin, esa mierda no sirve, no te esfuerces mucho, azulito.
— Claro que no va a servir, tiene como siete cables quemados, si los reemplazas va a quedar como nuevo.
— ¿Sabes mucho de esto?
— No es por ser ególatra, pero soy genial en reparar consolas.
Bakugo se sentó a lado del peli azul, mirando atentamente como explicaba el tipo de cables y con cuales podría reemplazarlos, el rubio estaba orgulloso de si mismo, en el último día había puesto a prueba su capacidad de ser paciente con alguien, quizá estaba mejorando su actitud con la gente débil.
— Aizawa llevó tu celular al centro de investigación, también me dijeron que investigaban una cangurera que tenías puesta. — Exclamó Katsuki apreciando como Kaneda mordía su labio con inconformidad.
— ¿Investigar en qué aspecto? — Contesta un poco serio.
— No me dieron detalles, ¿Por qué? ¿Traías drogas? — Comenta riendo, notando que Kaneda lo acompaña en una manera sutil. — No van a juzgar lo que tengas ahí guardado, son profesionales.
Kaneda se ríe y se levanta del piso, quejándose al sentir sus rodillas tronando.
— No importa mucho, solo traía unas pastillas para el dolor, una libreta y un lápiz.
Bakugo no responde, solo da un golpe seco a las pantorrillas del chico, para después exclamar.
— No fue un interrogatorio como para contestar de esa forma. — El tono de Bakugo es seco y fuerte, mandando un escalofrío aterrador a la espalda de Kaneda.
— Perdón.
Bakugo se recuesta en un futón a los pies de la cama, indicando con la mano que el peli azul tome la cama, el moreno sin querer hacer enojar una vez más al rubio le obedece, cubriéndose con las mantas negras, frota un poco su antebrazo, la sensación es extraña, una intriga le toca el abdomen, pero la sensación de estar en una pijamada con un amigo predomina, la luz de la luna entra a duras penas por las cortinas gruesas, se gira para ver al rubio recostado en un futón, como todo en él, se nota una pose confiada, aunque un poco titubeante, Kaneda vuelve a frotar su antebrazo y exclama.
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Dulces de madrugada || BAKUGO X MALE OC
Fiksi Penggemar-- Es que no lo entiendes Katsuki. -- ¿Entender qué? -- Soy como un perro callejero, me ofreciste pan, ahora estoy destinado a protegerte con mi vida. -- Como si yo necesitara a alguien que me proteja. -- Contestó sarcástico, olvidando el tono tr...