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Jonathan se enfrentó a la imagen de su casa frente a él como si se tratara de algo surrealista. Y, en muchas formas, lo era. Volver al hogar, volver a casa como si no hubieran vuelto a pasar por un infierno de monstruos y portales a mundos horribles y letales. Como si su hermanito no hubiera sido poseído. Como si no hubiera estado apunto de...

Cierra los ojos. Respira profundo. Uno. Dos. Tres. Abre los ojos. Él cabello sudoroso se le pega a la frente y un frío húmedo le sube por la espalda a través de la camiseta

No le gusta estar aquí, frente a su casa, no él solo. Él cree que es porque la casa en si misma no significa nada, no sin su familia. Al igual una canción no se trata solo de la música sino de lo que te hace sentir, hogar son quienes amas, no una casa.

Su madre se había llevado a Will al hospital. A pesar de que su hermano pequeño estaba bien (lo mejor que uno puede estar luego de ser jodidamente poseído), todavía estaba débil y deshidratado por... todo, así que eso era lo mejor.

Jonathan había querido acompañarlos, por supuesto (honestamente, no tenía deseos de volver a perder de vista a su hermano. Nunca), pero su madre insistió en que alguien debía volver a la casa, evaluar el desastre y conseguir algo de ropa para Will. Nancy prometió que los cuidaría mientras tanto, acompañándolos al hospital, y Jonathan confía en Nancy.

Así que aquí estaba. Solo. Frente a su casa.

La puerta de su casa está entreabierta, pero no se escuchan sonidos. Ningún monstruo esperando del otro lado de la puerta. Jonathan respira profundo. Levanta la mano para empujar la puerta hacia el interior y se da cuenta de que todavía está temblando demasiado.

Él realmente intenta que los gritos de Will no se sigan filtrando en su cabeza cuando cruza el umbral de la entrada.

"¡Por favor! ¡Por favor basta!"

Se estremece.

Y entonces lo ve.

Al principio se sobresalta visiblemente, inseguro de quién o qué es eso tirado en el piso que se encuentra inmóvil en el centro de su sala de estar. Busca a tientas el interrumptor de luz con la mano mientras piensa no no no no... Enciende la luz.

Resulta que un monstruo habría sido mucho menos sorprendente que lo que los ojos de Jonathan se encuentran.

Ahí, en el piso, está Billy Hargrove, inconsciente y golpeado como si hubiera formado parte de una pelea de boxeo. O como si hubiera sido el saco de boxeo, para el caso.

Es el chico nuevo en la escuela, y también el tipo de persona que Jonathan hace un esfuerzo extra por evitar en la escuela (ya que, siendo honestos, él evita a todos en la escuela menos a Nancy). Solo lo ha visto una o dos veces y nunca han interactuando. Lo último que supo, porque Nancy se lo dijo, fue que estaba peleándose el título de "rey de la preparatoria" con Steve.

Pero ahora está aquí, en su sala de estar destrozada como si hubiera habido una gran pelea, por alguna razón que Jonathan ni siquiera puede imaginar, como si los monstruos fueran algo mucho más fácil de manejar que la idea de Billy Hargrove en medio de su sala de estar.

¿Por qué Billy Hargrove está inconsciente en su casa?

Jonathan se arrodilla para inclinarse hacia él con manos temblorosos porque... Está vivo, ¿verdad? ¿verdad? Una jeringa sobresale del cuello de Billy y Jonathan contiene la respiración mientras busca el pulso con los dedos.

Deja escapar un suspiro audible cuando encuentra el latido, lento pero constante contra las yemas de sus dedos. Está vivo, eso es bueno. Bien.

Ahora... ¿Qué se supone que debe hacer con él?

Panic Room | Byergrove.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora