Té para tres 2: Té sin azúcar (COMPLETA)

010- El pastel de la disculpa

Nota: ¡Volvió Té para tres, Por fin! como celebración traigo maratón del libro. Por tres días seguidos estaré subiendo un capítulo diario. Después de esto, retomaré lo de subir un capítulo semanal. Gracias por leerme y seguir aquí <3 Ahora si, a leer. 

Olivia

-Listo- dijo la mujer al otro lado del mostrador- Acabo de meter mas clases en tu horario.

-Gracias, Jean- dijo Olivia sonriéndole a la señora.

-Gracias a ti. Es un alivio que hayas decidido quedarte durante el verano, estamos cortos de personal y eres de las mejores maestras que hemos tenido. Estoy segura de que los niños se pondrán muy contentos al saber que darás clases durante el verano.

Olivia le sonrió a su jefa. Jean era la dueña de la academia de danza en la que Olivia ya llevaba trabajando algunos meses, amaba enseñar y trabajar haciendo lo que más le gustaba. Aprovecharía que se quedaría durante el verano para dar mas clases y ganar un poco de dinero.

-Y gracias por venir de ultimo minuto y cubrir la clase hoy- dijo la mujer sonriéndole.

-No te preocupes, es una buena manera de usar mi tiempo libre.

Había pasado los últimos días lo más alejada del departamento posible, entre habitación de hotel de Thomas, el de Evan, el gimnasio y el estudio de baile. Pero tarde o temprano tendría que volver, aunque fuera por todas sus cosas.

-Nos vemos mañana, Olivia.

-Adiós Jean.

Olivia se encaminó a la salida, pero se detuvo mirando un mensaje en su teléfono.

Tom

¿Hablarás con Colette hoy?

No tienes que hacerlo si no quieres, sin presiones.

Tienes la llave de mi habitación de hotel por si quieres ir allí, pero estarás sola, hoy saldré con Ciara.

-Oh, Olivia, se me olvidaba- dijo su jefa deteniéndola.

-¿Si?

-Avísame si ese amigo tuyo quiere un trabajo durante el verano, no estamos quedando sin buenos maestros para los niños.

-Claro- respondió Olivia- Se lo diré.

Pero Olivia no se lo diría a Evan, él odiaba enseñar y a los niños.

-O avísame si tienes algún otro amigo o amiga que baile y quiera enseñar.

Olivia no lo pensó dos veces y la primera persona que se le vino a la mente era aquella que mas odiaba. Por supuesto que nunca lo recomendaría a él para el trabajo, pero nadie podía negar que era un gran bailarín y un buen maestro, pero eso no le quitaba lo mala persona.

-Te lo diré- le aseguró Olivia- Adiós.

-Adiós.

Olivia salió del estudio, el aire cálido y la luz del sol a pesar de que ya estuviera tarde la acompañaron a casa. No quería pero lo haría. Ya sabía lo que tenía que hacer, ya no era esa pequeña adolescente tímida que se callaba las cosas. Esta vez hablaría y resolvería sus problemas, por lo menos con las personas que creía sus amigas, con él nunca volvería a hablar.

Tenía pensado lo que le diría a Colette, no quería volver a ver a Noah nunca, por lo que el chico no se podía quedar con ellas. Pero si estaba dispuesta a arreglar las cosas con Lauren y Colette, habían sido grandes amigas por mucho tiempo. Valía la pena luchar por su amistad.

Entró al viejo edificio pensando en lo que diría, dejaría su postura clara y concisa. Thomas ya se lo había dicho, todo saldría bien.

Subía las escaleras cuando escuchó que Colette la llamaba.