027| Aún no, amor

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Capítulo doble 2/2

Michael

La segunda vez que fue a visitar a Lauren fue aún peor que la primera, ahora la tentación de tocarla era aún mayor. Cuando Lauren ingresó a la sala llevando solamente un fino camisón de color negro, Michael sintió unas intensas ganas de carcagarla para que no tuviera que caminar, estaba muy delgada y Michael temía que pudiera romperse en cualquier momento.

Esa vez no hablaron mucho más que unas cuantas palabras. No hizo falta más. Michael se dio cuenta de que Lauren estaba mucho mejor porque ya no estaba tan pálida y llevaba su cuaderno de dibujo con ella, se sintió bien saber que por fin estaba dibujando de nuevo. Michael le sacó una sonrisa genuina a la chica al entregarle la caja de 64 lápices de colores que le había comprado.

-Gracias- masculló la chica ilusionada mirando la caja entre sus manos.

Michael prometió ese día que haría lo que fuera para ver esa sonrisa en el rostro de la chica todos los días durante el resto de su vida.

Lauren también se emocionó mucho cuando Michael le entregó los calcetines tejidos por su madre del mismo color mostaza que la manta que le había dado la última vez.

Lauren estaba sonriendo más y eso era una excelente señal.

Se quedaron sumidos en un cómodo silencio mientras Lauren dibujaba en el nuevo block que Michael le había traído y él la miraba con atención. Había extrañado esas pecas que decoraban el rostro de la chica. Sobre todo esas que se ubican justo arriba de la ceja derecha, o las que decoraban su clavícula, Michael quiso poder tocarlas todas con la mano. Pero se contuvo, se contuvo porque sabía que Lauren aún no estaba lista para la etapa del contacto físico. Por lo menos ya le sonreía, no quería retroceder en el proceso.

Cuando la hora se acabó y la enfermera le pidió a Michael que se retirara, Lauren también salió corriendo como la última vez, justo antes de que Michael la llegara a tocar. Sin embargo, si miró a Michael una última vez.

-¿Misma hora la próxima semana?- preguntó ella, cosa que sorprendió a Michael en sobremanera.

Ella quería volver a verlo.

Michael solo asintió con la cabeza.

-Toma- dijo ella entregándole su cuaderno de dibujo- Y será mejor que la próxima semana me traigas uno nuevo, se me acaban con rapidez.

-Así será.

Lauren le sonrió por última vez a modo de despedida y se fue a su habitación.

Michael se aguantó todo el viaje de vuelta a casa y evitó con todas sus fuerzas mirar el cuaderno de dibujo que Lauren le había entregado a pesar de querer hacerlo. Lo primero que hizo al llegar a casa fue preparar café, lo unico que calmaba las incesantes ganas de encender un cigarrillo. Michael estaba intentando no tomar alcohol ni fumar, sabía que eso podría ser contraproducente cuando Lauren saliera de rehabilitación.

Y con una taza de café a su lado, se sentó en el balcón con el cuaderno de dibujo entre manos, lo miró todo con detenimiento y no se sorprendió mucho al ver el contenido.

Era él en cada una de las páginas. Su rostro, su cuerpo y sus manos llenaban el libro entero.

Lauren lo pintó y lo dibujó a él.

Lloró de la emoción al ver todos los dibujos.

Su Lauren estaba volviendo.

Ese día durmió con el cuaderno entre manos, como si de alguna manera pudiera tener a Lauren más cerca de él. Lauren era lo último en lo que pensaba al irse a dormir y lo primero que imaginaba al despertarse. No podía esperar a que la pelirroja por fin volviera a casa.

Té para tres 2: Té sin azúcar (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora