﹃ You're Mine﹄ ⁜Nayseok⁜

05; 𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓭𝓲𝓿𝓮

Como insectos zumbando alrededor de una comida esto es desesperante... Otro parásito estuvo rondando cerca de Hobi. La última chica viene de una de las familias más poderosas de este país. Ella mira con mala cara a la gente con menos dinero que ella... Que por supuesto, significa que menosprecia a casi todo el mundo. Yo puedo decir que ella no ve a Hoseok igual... Creo que es más adecuado decir que ella lo ve como una "mascota". Me gustaría decir que él tiene suficiente sentido común para evitar estar con ella... Pero la promesa de una vida cómoda llena de lujos es muy tentador para él. Solo tengo que asegurarme que él no cometa la decisión equivocada... Tengo que eliminar la opinión de que este con él toda su vida. Parece que la única razón por la que ingreso a esta escuela es por el prestigio... Ella no tiene intención de estudiar, pasa todo el día tomando el sol en la piscina. Y bien, todos saben... Que todos los años... Alrededor de las piscinas pasan desafortunados accidentes. Sería una pena que ella se ahogara en la piscina mientras duerme y sea una víctima más...

Nayeon escribió rápidamente con disgusto en su rostro, y acto seguido cerró fuertemente su cuaderno de notas y lo aventó a lo más profundo del cajón, cerrando este también. El solo hecho de ponerse a pensar en Hwang Eunbi, o más conocida como SinB, su siguiente rival, le hacía hervir la sangre como nadie se podía imaginar. Fuera de estar interesada en su crush, también era el tipo de persona del que todos quieren huir por lo insoportable, engreída, egoísta, grosera, narcisista y hasta clasista que era siempre, sin duda le haría un favor a muchos al deshacerse de ella. Pensaba que aunque no fuera otra rival, igualmente estaría en busca de la manera de eliminarla del planeta. También notó que de repente una gran parte de la gente en la escuela tenía un apodo, unos más cringey que otros, pero estaban. Agradecía no ser una de ellos, pues a su parecer era ridículo cambiar tu nombre totalmente solo para que se escuchara "bonito". Hizo una mueca de asco y rodó los ojos, preparándose para la otra semana y poder conocer bien a la dichosa chica que no quería ver ni en pintura. 

Se alistó rápidamente y caminó rumbo a su lugar de estudio, mientras tarareaba alegremente algunas canciones del momento. Ella soñaba con el día en que pudiera viajar al famoso Occidente y conocer la "cultura estándar del mundo", que aunque estaba muy marcada en cada rincón del mismo, quería conocer de cerca ese mundo. Se veía a sí misma recorriendo toda América, desde el polo norte hasta la Antártida, para luego pasar por Europa y ver de cerca esos escenarios famosos de las películas. Planeaba cumplir todas estas expectativas luego de terminar sus estudios, para buscar tal vez más oportunidades allí para vivir, o al menos visitar. Eso sí, acompañada de su amor platónico. Se dejó llevar en su mundo de fantasía hasta que ya llegando a la escuela, un sonido de bocina de un auto la hizo salir de su trance. 

-Oh no, no puede ser- Se detuvo observando el acontecimiento, y ya sabía de qué se trataba. 

Una lujosa limusina mediana color grafito esmaltado se aparcó en la acera frente al portón de la escuela, segundos después de abrió la puerta trasera y de allí salió Eunbi llena de vanidad, pisando con sus lujosos zapatos de cuero fino mientras que los zapatos de los demás eran hechos de simple tela, acompañada de su ostentoso bolso de una reconocida marca francesa, sus muñecas adornadas con brazaletes y pulseras de oro brillante con piedras preciosas incrustadas, terminando con sus aretes simples pero costosos que iban a juego con su broche de cabello, ambos hechos de oro también y llevando los famosos cristales de Swarovski. Ah, y claro, su anillo de diamante que recibió en su cumpleaños número 15 hace unos años ya.
Podía decirse que la muchacha era la persona más fina que se podía encontrar en la escuela, sin embargo su forma de ser podía desenamorar a cualquiera con tan solo pasar unos minutos en su compañía, y para prueba de ello, estuvo su mal trato hacia el chofer del vehículo que se bajó a cerrarle la puerta, sin importarle a ella que toda la escuela la estuviera mirando en su extravagante y ostentosa llegada. Nadie dijo nada y SinB solo caminó hacia adentro para juntarse con sus "amigas" que en realidad solo eran un grupo de chicas adineradas con las que pasaba el rato en la piscina, pero todas ellas solo estaban por interés.