Si era sincero llevaba una semana bastante mierda, el evento que había estado organizando durante los últimos meses con Juan, Komanche y Ale por fin vería la luz y, aunque se encontrara emocionado porque el mundo viera el fruto de su esfuerzo, se sentía estresado de igual forma. Como cereza del pastel, debido al tiempo que le dedicaba a los preparativos del evento, no había podido conversar largo y tendido como le hubiera gustado con su amigo.
Esto último lo fastidiaba más.
En ese momento se encontraba revelando a las 100 personas que iban a participar en los Saw Minecraft Games, todo estaba relativamente bien hasta que a Komanche se le ocurrió montar un espectáculo de un secuestro fingido, algo que no les había platicado ni a él ni a Juan. Debido a su personalidad, el de lentes no tuvo problemas en seguirle el juego, mientras que Auron quería pegarse un tiro ahí mismo. Lo que él pensó que iba a durar una media hora o unos 40 minutos se extendió a más y también aumentaron sus ganas de querer salir de ahí; normalmente su horario de hacer streams no pasaba de las 3 o 4 horas, a excepción de si se trataba del trajeado, con él se quedaba 12 horas si era posible.
Hace una mueca de desagrado mientras escucha gritar al menor de los tres, su paciencia había llegado al límite, cada parte de su cuerpo le rogaba que dejara que ellos dos se encargaran de los participantes que quedaban pero no quería hacerle un desplante a su audiencia así que apuró la revelación importandole poco lo que sus compañeros se encontraran realizando.
Sonríe cuando se dirige al número 19, revelando la participación de su amigo más cercano; sin embargo, su sonrisa se borró al ver la foto que habían colocado del castaño.
— Pero, ¿qué mierda de foto es esta? — se quejó llamando la atención de los dos menores — Hostia Komanche, despide a tus diseñadores — le dijo entre risas.
Tenía fotos más bonitas de Reborn en su móvil, una carpeta entera para ser exactos, debería empezar a utilizarlas pero su egoísmo era un poquito más grande. Él las había tomado así que se guardaba el derecho de compartirlas, eran como su pequeño tesoro y lo guardaría celosamente hasta el fin de sus días.
El pensar en el menor mejoró un poco su animó pero de todas formas quería acabar lo más pronto posible.
Al haber revelado a todos los participantes se despidió rápido de sus compañeros y de su chat. Soltó un suspiro de cansancio a la par que se retiraba los audífonos, su cuello se sentía tensionado y le dolía la parte baja de la cabeza.
— Joder, ojalá dormir y no levantarme hasta el miercoles — murmuró recostandosé en la silla y cerrando los ojos.
El sentimiento de no querer estar ahí sumano a la soledad de la casa estaba terminando con la poca cordura que tenía, en su mente ocupaba un solo pensamiento:
Quiere ir a casa.
Lo cual es bastante gracioso porque está en su hogar, en el lugar en el que ha vivido durante muchos años, esas paredes han sido testigo de los cambios que ha experimentado su vida y su persona durante todo ese tiempo, así que no tiene sentido alguno que quiera "ir a casa" como tampoco tiene sentido que asocie la palabra "casa" con Reborn porque las personas no son lugares, porque no tiene coherencia alguna y porque no quiere dar su brazo a torcer y admitir que Ari tenía razón.
— Deja de jugarle al vergas — lo reprimió después que este le contara las travesuras que andaba haciendo con el italiano — Esto de sorprenderlo y darle besos cada que se te antoje no es bueno, estas jugando con fuego — Auron se encogió de hombros fingiendo inocencia.
— No va a pasar nada, ambos tenemos en claro nuestros sentimientos y que nuestra amistad es más importante que cualquier malentendido. — le había asegurado con una sonrisa confiada.