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—Ivan, mirá— le dijo la chica mientras miraba por la ventana a su amigo, totalmente emocionada por su viaje a España.
—Si... que lindo ¿eh?— Contesto el chico arrastrando la voz ya que estaba más dormido que despierto.
—Bueno nena, dejalo dormir al pobre— le hablo Carrera desde el asiento de atrás.
—lo siento— susurro antes de soltar una pequeña risa.
-Que lindo— dijo la chica al salir del aeropuerto, admirando las vistas de Madrid.
—Cómo vos, no más— murmuró el morocho, intentando no ser escuchado por nadie, pero fallo, ya que el más bajo logro escucharlo.
—disimulá un toque— hablo haciendo que un pequeño toque de rojo pinte las mejillas del morocho.
—Bueno gente, vamos al lugar donde nos vamos a quedar en la noche— hablo Nico, pasado el brazo por los hombros de la chica.
Ellos han sido mejores amigos desde que tiene 7 años, gracias a Oscu, Iván conoció a la chica que ha robado sus suspiros hace más de un año, pero aún que el sabía de su gran amistad con el rubio, no podía evitar ponerse celoso con las muestras de cariño hacia el.
Ella era alguien muy cariñosa, por ende siempre estaba abrazando a los chicos, menos a el, ¿por qué? Se preguntaba. La respuesta era simple, a ella le daba una vergüenza increíble abrazar al chico por el que tenía sentimientos y también por miedo a incomodarlo, ya que ella sabía que a Iván no le gustaba el afecto físico, así que prefería mantener su distancia. Aunque Spreen se moría por mínimo un abrazo de la morocha.
—Vamos Iv— habló la chica, estirando la manos para que el morocho la tomara, lo cual hizo con todo gusto, todos estaban ya en el auto, pero Spreen quedó colgado pensando en ella.
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Los días pasaron y los chicos ya se encontraban en Barcelona, el lugar donde sería la Velada del año II, en este momento, el grupo de amigos estaban decidiendo quien dormiría en que habitación.
—Bien, quien va con quien— comentó la chica, eran 2 habitaciones y 4 personas, o sea que había que formar parejas.
Ambos querían quedar juntos, sin embargo no lo dirían, por vergüenza, pero Carre y Oscu tenían un plan, si todo salía bien, el de gorra y la morocha terminarían juntos antes de volver a Buenos Aires.
—¿Lo decidimos con papelitos?— dijo el rubio
Todos asintieron a la idea.
Iván sería el que tome el papel, el cual, gracias a Nico y Rodri, todos dirían el nombre de la chica. Todo esto es parte de el plan del par de amigos.
