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—Es obvio que Iván vino con esa piba, para darle celos a Belu— escuche decir a Camila.
Camila es una de las mejores amigas de Belén, o para que me entiendan, Camila es la amiga de la ex de Iván, el chico con el que estoy intentando "algo", pero no sé, me siento insegura ya que ellos terminaron hace muy poco.
No logré escuchar más, o más bien, no quise seguir escuchando, todo tenía sentido ahora, ¿Por qué, de todos los lugares donde me podía traer, me trae al cumpleaños de la mejor amiga de Belen?, claro, era para darle celos.
Seguí caminando cabizbaja sin rumbo por la fiesta, hasta que me cruce con el, desearía odiarlo, a el y su estúpidamente preciosa sonrisa.
—Hey— dijo llamando mi atención —¿Qué tienes?
—¿Para que me invitaste, Iván?
—¿Cómo que, "Por qué"?— dijo restandole importancia —Quería que vinieras conmigo— vos y tu sonrisa me van a volver loca.
No pude evitar ruborizarme un poco, pero mis inseguridades comenzaron a atacar.
—¿Es eso o fue para darle celos a Belén?
—Iván, necesito tu ayuda— intervino Marco, el novio de Francesca, la cumpleañera.
—Ahora voy— le contesto y me miro, yo esperaba una respuesta que me termine de romper —No, no seas tonta, necesito una pareja para bailar— me dijo haciéndome reír, luego me dio un pequeño beso en la punta de la nariz y se fue a ayudar a Marco.
Y aunque el hacía lo posible por quererme, sé que –al menos por ahora– no ha olvidado a a Belén.
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Me fui antes de la fiesta sin avisarle a nadie, sabía que no me querían ahí, además estaba enojada, no me gustaba ser la segunda, Iván y Belén tuvieron una historia muy fuerte y muy reciente también, yo lo entiendo, pero no puedo ser algo más para el, al menos no en este tiempo.
Decidí ir al skate park al que siempre voy cuando quiero distraerme, pero una rueda comenzó a fallar, quería arreglarla pero al estar molesta no podía hacer las cosas con calma. Como consecuencia, termine pegandole al truck con el destornillador.
—Hey, hey, hey— lo escuche hablarme por detrás, pero simplemente lo ignoré —cálmate, así no se arreglan las cosas— se puso frente a mi.
—Usando a la gente tampoco— conteste enojada soltando otro golpe.
—A ver— me detuvo y colocó su mano en la mía para evitar que vuelva a golpear el truck —no te estoy usando.
—A mi me parece que si— lo mire a los ojos reflejando enojo.
—Te estoy diciendo que no.
—¿Qué es lo que menos te gusta de los jueguitos de carreras?
—Perder— dijo con un tono de obviedad
—Llegar después del primero— corregí.
Su cara reflejaba confusión ante lo que le decia, eran mis inseguridades hablando.
—Lo importante es jugar.
—¿Entonces te gusta llegar segundo?
-Sabes que no.
—A mi tampoco— dije refiriéndome a que no me gustaba tener que haber llegado justo después de Belén —Pero esta bien, es bueno esto que tenemos, porque es mejor de lo que teniamos.
El solo me miraba confundido.
—Ahora podemos ser amigos— me costo mucho decir eso —amigos sin... sin tensión. Claro, amigos sin tensión.
Iván ahora entendía más a lo que me refería, lo note por su expresión.
—Y aunque te vea, y me encante esa sonrisa que tenes y se me estruje el corazón— hable con rabia —no podemos ser más que amigos.
Agarre mi skate y estaba dispuesta a salir de ahí, pero sentí como me agarraba del brazo y me devolvía para estar frente a él, me agarro de la cintura y me dijo:
—Me gustabas más cuando no me regañabas tanto— luego me beso, fue algo tan lindo, tan tierno, que me de fue el enojo y las inseguridades en un instante.
—¿Y eso?— pregunte al separarnos.
—Algo que quería hacer hace mucho— me agarro las manos.
—Qué bueno que lo hiciste entonces— dije con una sonrisa.
Nos miramos unos segundos y luego hablo.
—Quiero que te quede bien claro, no te estoy usando, solo... trato de seguir adelante con mi vida.
—¿Y yo estoy ahí?, con vos... adelante.
—Si— dijo con seguridad —solo si tu quieres.
—Si, ¿Como que no?— hable con una ligera risita.
El río conmigo para luego volver a hablar.
—Tengo que ser honesto contigo, va a llevar un tiempo para que Belén deje de estar presente en algunas cosas. Claro que no va a ser fácil así que entenderé que no...
—Esta bien— lo interrumpí —no tenes que explicar nada de verdad, yo entiendo. Además me encanta que seas sincero conmigo— el me miraba con una sonrisa— si yo se donde estoy parada, puedo bancar lo que sea.
El me abrazo y no pude evitar no seguirlo, duró unos cuantos segundos ya que yo me separe para mirarlo.
—Además si estoy con vos... mucho mejor.
El me agarro de la barbilla y me atrajo a sus labios. De verdad que amo tu estúpidamente hermosa sonrisa Iván Buhajeruk.
