4. El mar hostil [BG#4]

Siseo

Un horripilante siseo fue lo que logré escuchar antes del estridente dolor en mi cuello.

La criatura se abalanzó sobre mí, su nuevo rival.

Fue una lucha brutal entre la maldad y la impotencia. En medio de todo, Andrómeda gritaba de horror. Pensé que ella temía por conocer cuál de los dos monstruos que peleaban frente a ella iba a devorarla. Ese no era mi caso.

La criatura siguió atacando, mordiéndome el cuerpo y azotándome con sus aletas. Era mucho más grande y poderosa que yo, y no sabía como utilizar mi poder. Calipso enfureció las aguas superficiales que rodeaba al Ceto para ayudarme pero el monstruo era más astuto: se sumergió para arrastrarme a las profundidades.

Continuamos luchando allí. El agua se tiñió de rojo ante nuestras heridas. El monstruo quizá era más poderoso que yo per todavía tenía mi consciente humano. Espanté a un gran cardumen de peces para que lo rodearan y me permitieran escapar. Sin embargo, poco a poco sentí que me faltaba el aire, y mi fuerza disminuía.

Entonces me fijé que ya no era una criatura marina.

—¿Pero qué? —me dije a mí mismo.

Ahora luchaba por no ahogarme. Una fuerza marina me llevó a la superficie hasta que ví como Calipso me sacaba del agua entre sus brazos.

Tosí y boté el agua de mi garganta. No había rastro del monstruo por ninguna parte.

—¿Qué diablos ha sucedido, Calipso? ¿Por qué Atenea me convirtió en monstruo?

Calipso corría sobre las aguas, observando a sus alrededores.
—Estoy segura que quién hizo eso no fue Atenea...