En el tercer día libre, el zorro estaba mucho más nervioso por la salida de ese día, estaba sintiendo algo real, finalmente estaba sintiendo amor romántico de verdad y no sabia que hacer al respecto.
Intentó buscar en libros pero ninguno le podía dar una respuesta lógica a sus sentimientos, tal parece que solo debía dejarse llevar pero no se sentía listo para eso, se asustaba cuando recordaba esos problemas de corazón roto que escuchaba de sus amigos y otras personas, ¿qué haría si le pasaba lo mismo?
No.
No, en verdad estaba confiando en Shadow y era probable que él nunca le haría eso, nunca le haría daño, al menos no emocional.
Le había dado su palabra y no podía desconfiar de algo así.¿Dejarse llevar por esos sentimientos? Sonaba interesante, tal vez experimentar sensaciones nuevas no sonaba nada mal, tal vez para esas cosas del corazón no necesitaba pensar con lógica.
El sonido de unos pasos algo estruendosos por la casa lo sacaron de sus pensamientos rápidamente.
—Buenos días Tails —saludó Knuckles, estaba a punto de decir otra cosa pero se detuvo a olfatear —¿Y ese extraño aroma porque viene de ti? —Shadow le había regalado una fragancia, le había encantado tanto que quería usarla todo el tiempo.
—Ahh... ¿De que hablas? Yo no huelo nada —Lo bueno es que Knuckles era algo ingenuo.
—Hmmm, tal vez los aromas tan dulces y escandalosos de esa murciélago ya me están afectando. —El equida estaba a punto de salir, pero se detuvo justo en la puerta —Por cierto, dijo que te manda saludos... ¿Tienes algo que ver con ella? —miró de reojo al zorro.
—¿Qué? —Se puso muy nervioso, ¿Shadow les había dicho lo que estaba pasando a su equipo? —No se de que hablas, además, ya sabes como es Rouge. —Comenzó a reír con nerviosismo.
—Si, creo que tienes razón. Bueno, nos vemos.
Eso había estado bastante cerca.
Y entonces se dio cuenta del enorme problema en el que se había metido: Si estaba dispuesto a enamorarse, debía esconderlo a toda costa de sus amigos, cosa que no le agradaba para nada.Si sus amigos se enteraban, los matarían a ambos, era como una especie de regla que tenían: no podían hacerse amigos de sus enemigos y mucho menos enamorarse; por esa razón Knuckles se había desecho por completo de sus sentimientos hacía Rouge y no la veía nada más que como si enemiga.
Realmente no sabia que hacer, si deshacerse de esos sentimientos para conservar a sus amigos o esconder su próximo enamoramiento y ser felices juntos.Se dispuso a salir, su acompañante no le había dicho a donde irían ya que era una sorpresa, así que acordaron encontrarse fuera de la cafetería donde se hablaron por primera vez.
Justo los dos se encontraron mientras iban llegando, así que no tuvieran que esperar para nada.—Shadow, ¿ya me dirás a donde iremos? —dijo el de pequeña estatura mientras que el erizo acariciaba su cabeza y se acercaba para darle un beso en la frente, lo que provocó que el zorro se sonrojara y riera con alegría.
—A veces lo desconocido y el misterio es mejor, tu solo confía en mí —extendió su mano para que el contrario la tomará, y así lo hizo, solo que con algo de nerviosismo, era la primera vez en público que se tomaban de la mano.
Comenzaron a caminar y la gente de su al rededor quedaba un poco confundida por la inusual pareja, pero lo dejaban pasar rápidamente.
El rostro de Tails no podía estar más rojo, sentía sus mejillas tan cálidas como si hiciera demasiado calor.
Frente a ellos estaba una pequeña colina con un frondoso arbol en la punta, comenzaron a subir y finalmente llegaron a su destino.En el suelo había una manta a cuadros como las que se usan al hacer un picnic, acomodada a la perfección justo debajo de las hojas del árbol. También habían dos copas de cristal y una canasta de la que a penas se asomaba una botella.
El zorro estaba maravillado y sus ojos brillaron con intensidad.—Tu... ¿Preparaste esto? —preguntó mientras se acercaba más a la manta.
—Algo así, tuve un poco de ayuda porque no sabia como se preparaban estas cosas. —Se agachó hasta la canasta y de ella sacó un pequeño girasol pero con unos hermosos pétalos. —Todas las flores pequeñas y amarillas me recuerdan a ti, siempre frágiles y preciosas.
El erizo extendió la mano para entregársela a su acompañante y este se había emocionado como nunca ante el regalo y tales palabras.
—Además, traje sidra de manzana sin alcohol porque no tengo idea sobre si tomas algún tipo de alcohol o no, así que quería irme a la segura.
—Adivinaste, no tolero el alcohol, muchas gracias por tomar eso en cuenta —le sonrió dulcemente y por primera vez, el erizo se sonrojó por tan divina sonrisa.
Tomaron asiento muy juntos uno del otro.
El lugar era perfecto, se podía ver la mitad del pueblo desde ahí, era perfecto para tomar una fotografía y hasta enmarcarla.
Su conversación era bastante fluida, hablaban sobre sus gustos, sus pasatiempos y tocaron un poco del pasado de ambos, sabían que les dolería, por eso no quisieron profundizar en ninguno.Fue un rato tan placentero que la bebida se acabó y lograron ver el atardecer juntos desde un punto increíble.
Tails había comenzado a despedirse, pero Shadow lo detuvo posando su dedo índice suavemente sobre los labios del contrario.—Antes de que te vayas, me gustaría llevarte a otro lugar. —Quitó su dedo y le ofreció su mano, el zorro aceptó de inmediato.
Bajaron de la colina, caminaron un poco más y llegaron a, lo que Tails recordaba, un viejo mirador, pero de nuevo para su sorpresa estaba completamente renovado y listo para disfrutar.
Debido a su baja estatura, el zorro subió en un par de pequeños escalones que se encontraban ahí y quedar a la misma altura del erizo, Shadow aprovechó para abrazarlo de la cintura.Inesperadamente, comenzaron a estallar fuegos artificiales en color amarillo y rojo. El zorro estaba tan maravillado qué soltó un par de lágrimas por tanta belleza que lograba apreciar. Ni en sus más remotos sueños pudo imaginar que alguien haría cosas tan espectaculares, únicas y hermosas por él, ¿de verdad merecía todo este amor? ¿Todas estas cosas buenas y bellas?
—¿Puedes ver lo preciosa que es la luna? Si alguna vez te sientes solo, recuerdame como un rayo de ella, yo siempre te recuerdo como un rayo de sol. —Y el erizo besó una de las mejillas del zorro que no podia dejar de mirar el cielo.
—La luna siempre es tan bella y misteriosa, igual que tu. —Se miraron fijamente a los ojos, sus rostros se mantenían tan cercanos que por impulso, ambos acercaron sus labios y finalmente se besaron.
Un beso corto pero cálido, suave y muy dulce.
Al separarse, Tails se dio cuenta de lo que acababa de hacer, asi que se llevó las manos al rostro y lo ocultó entre ellas.—¡Perdón! Lo hice totalmente sin pensarlo. —Decía a punto de llorar, pero estaba vez de vergüenza y tristeza.
—No tienes que disculparte de nada, después de todo fue algo precioso y que he estado esperando durante mucho tiempo, me gustaría repetirlo si me lo permites. —Shadow apartó las manos de su rostro y llevó una de sus manos a la nuca del zorro, el beso se repitió pero esta vez siendo un poco más largo.
Cuando se separaron, Tails sonrió muy alegre y dijo:
—Mira, ya te ganaste mi corazón por completo —rió un poco y el erizo sonrió con satisfacción. Tails le regaló un beso en la mejilla y bajó de los escalones.
—Ya es hora de que te lleve a casa, amor mío. —El corazón de Tails latió intensa y rápidamente al escuchar eso, sonrió con vergüenza y asintió.
Nuevamente se tomaron de la mano y Shadow besó suavemente el dorso de la mano del zorro.
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Hasta la raíz [Shadails]
Fiksi PenggemarProbablemente sus amigos lo hubieran apoyado en cualquier relación que decidiera tener, pero si se trata de él.... [Cambio de las edades canonicas a 16 años para ambos, para evitar mal entendidos y cosas feas]