Epílogo

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Habían pasado tres días ya y el erizo de púas negras no había recibido ninguna señal de vida de su novio, no tenia ni la menor idea de en donde estaba o si estaba bien.

Para calmarlo un poco, Rouge le decía que seguramente se estaba enfrentando a un enemigo muy poderoso o que estaba ocupado con algún invento, Shadow se autoconvencia con eso y se quedaba más tranquilo por un rato, incluso le deseaba suerte a la distancia, pero la verdad era que Rouge estaba igual de preocupada.

El erizo incluso le preparaba más y más sorpresas para el momento en que recibiera una llamada suya y se citaran en algún lado.
Pero el momento jamás llegaba.

Pasaron dos semanas.

Rouge le decía que cosas hacer a Omega para distraer y alegrar a su amigo, triunfaban solo un poco.
El erizo ahora no podía dejar de sobrepensar, ya ni siquiera podía dormir con tranquilidad, en verdad estaba preocupado.

—¿Ya debería ir a preguntarles? —Decía mientras sostenía el peluche de taza de café que su amado zorro le había regalado.

—Negativo. Sonic no querría vernos ahí. —Dijo Omega.

—Tu ves a Knuckles más seguido, ¿no le haz preguntado? —Miró a la murciélago.

—Sabes lo tonto que es, es demasiado cerrado para hablar de otra cosa que no sea la esmeralda o sus músculos, me desespera a veces.

Shadow se sentía como en el infierno mismo, estaba desesperandose de verdad.
Andaba de un lado a otro tratando de buscar una respuesta lógica pero no llegaba nada a su mente, solo podía imaginar desgracias.

Pero a las cuatro semanas cumplidas no pudo aguantar más.

—No hay otra opción, debemos ir.

—¡Estas loco! Cuando nos vean ahí nos atacarán sin razón y no nos dejaran hablar en lo absoluto. —Dijo Rouge.

—Escucha, ya pasó todo un mes desde la última vez que vi y pase el día con mi pequeño, ya no puedo esperar más con esta horrible incertidumbre, al menos lo debo intentar. —Tomó aire para no quebrarse y proseguir —Entiendo si deciden no acompañarme, no los culparia jamás por eso. —Y salió caminando.

Rouge y Omega se miraron mutuamente y decidieron acompañar a su amigo.

De pie frente a la puerta, tenían inseguridad por tocar, no sabia en lo absoluto de que forma reaccionarian el erizo y el equidna, pero igualmente Shadow estaba dispuesto a saber que había sucedido con su novio.

Después de dos golpes, Knuckles abrió, tardó un momento en entender que pasaba hasta que Shadow habló.

—¿Sabes donde esta Tails?

El de púas rojas pegó un salto de la impresión, cerró la puerta y solo podían escuchar sus gritos desde adentro.

—¡Sonic! ¡Sonic! ¡De prisa que nos invaden! —Y los tres de a fuera se miraron desconcertados.

El erizo de púas azules llegó tan rápido como pudo, abrió puerta, se detuvo a mirar a los otros tres pero no dijo nada aún.

—Nuevamente, ¿sabes donde esta Tails?

—¡Ah nunca no llevarán con vida!... Espera, ¿qué? —Sonic se había precipitado por mucho. —Pensé que estaba con ustedes, ¿esto no es una trampa?

—Deja de ser un idiota por cinco minutos. —La paciencia de Shadow se estaba agotando pero debía resistir si quería conseguir información —No entiendo porque estaría con nosotros, ¿que a caso no esta aquí?

—No... Cuando descubrí su relación el huyó luego de una discusión qué tuvimos y creí que se había ido contigo.

Y entonces comprendió todo, lleno de furia, Shadow tomó al otro erizo del cuello tratando de estrangularlo y matarlo si era posible, pero sus otros dos amigos lo impidieron y lo alejaron.

—¡Es tu maldita culpa! ¡Tails esta desaparecido por ti! —Habló lleno de odio —Sabias perfectamente del corazón tan bueno y puro que tiene, no podía elegir con quien quedarse porque ambos somos parte esencial de su vida, ¡y ahora se fue para siempre por culpa tuya!

—Escucha, no pensé jamás que tomara una decisión así, pensé que iría a pensar un momento y luego volvería o que ya estaba a salvo contigo, cosa que fue un grave error. —El de azul se puso cabizbajo, mientras que Shadow estaba sumamente molesto.

—Y ahora a pasado demasiado tiempo, ni siquiera... —Se detuvo, sintió que las lágrimas saldrían si continuaba, así que respiró un poco antes de seguir. —Ni siquiera sabemos si sigue con vida. —Solo se dio la media vuelta y se fue caminando, sus amigos lograron alcanzarlo.

—¡Espera! —Dijo Rouge mientras volaba un poco para alcanzarlo —¿Que harás ahora?

—No tengo ni idea... —Soltó un suspiro muy pesado y cargado de dolor —Ustedes vayan a casa, necesito estar solo un rato —La murciélago lo entendió de inmediato, así que se llevó a Omega.

El erizo, con un semblante demasiado triste, caminaba por todo el pueblo mirando con atención todos los lugares que había recorrido con su verdadero y único amor, tantos preciosos momentos que habían compartido, y tantos momentos que aun les faltaba por compartir.
Deseaba detener el tiempo y guardarlo hasta el momento en que se volvieran a encontrar.

La cafetería donde lo invitó por primera vez había cerrado días después de que Tails había huido, le parecía un tipo de señal, señal qué siempre intentó ignorar para no atormentarse el solo.

Miró el local tan solo, vacío y sin vida, sentía que su corazón así se veía justo ahora.
Lo rodeó para llegar a la parte de atrás, donde no había absolutamente nadie. Las lágrimas y sentimientos que no se permitió expresar en todo este tiempo, finalmente se liberaron.

Con la espalda recargada en la pared y deslizandose lentamente, Shadow no podía dejar de lamentarse.
Siempre había visto a Tails como un niño curioso, lleno de vida, con un muy puro e inocente corazón, que le aterra a pensar que algo horrible le había pasado.
No dejaba de repetir su nombre mientras juntaba ambas manos, tratando de recordar su tacto y sentirse con poco mejor, claro que era imposible.

—¡Él me olvidará! ¡Se que lo hará y lo merezco! —Sus lagrimas caían como cascadas —¿Porque se fue? ¿¡Porque te fuiste, Tails!? —Gritaba a la nada.

Luego de un rato, consiguió calmarse un poco, cuando prestó verdadera atención, una rosa amarilla, con los pétalos más grandes y coloridos que jamás habría imaginado, estaba frente a ella.
La tomó del corto tallo qué le quedaba, buscó un lugar donde plantarla y así lo hizo, sabia que eso no la mantendría con vida por mucho tiempo, pero era todo lo que podía hacer.
Mientras la contemplaba de cerca, un rayo de sol se abrió paso por entre las ramas y hojas de un árbol cercano, dando casi sobre la rosa.

Y entonces se dio cuenta.

Tails no era alguien malvado y mucho menos con el, estaba seguro y confiaba en que también lo estaría recordando en los rayos de luna, tal y como se lo había pedido.
Eso le devolvió el ánimo y se sintió más tranquilo.

Estaba seguro de que su amor lo seguiría recordando por siempre, esperaría cada día, cada hora, cada minuto por su regreso.
Esperaría toda la vida por el de ser necesario.

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Hola banda 👋
Ay les juro que amé mucho escribir este fic xD si conocen personas que les guste el ship, les agredeceria mucho si comparten esta historia con ellxs <3
Ahora, lo más probable es que escriba un final alterno donde todo sale bien y todos son felices, si quisieran qué lo escriba dejen su opinión acá 🤙
Yyyy creo que ya, solo quiero agradecerles muchísimo de verdad por la paciencia y todo el apoyo, muchísimas gracias, les amo 💕😢✌️

Edit: escribí esto último a las 4 de la mañana y ya me estaba quedando dormido, por eso se veía medio deplorable (????

Hasta la raíz [Shadails]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora