Hasta la raíz [Shadails]

6.2

... La habitación se quedó en un silencio penetrante, Tails no podía dejar de temblar de los nervios y sentía que en cualquier momento comenzaría a llorar, su preciosa y buena vida acababa de arruinarse. Y luego de eternos segundos, decidió alzar la voz.

—... Pero... El realmente no es malo... Es una increíble persona que me a amado todo este tiempo, si tan solo se tomaran la molestia de conocerlo bien. —Dijo con la voz quebrada y sus lagrimas comenzaron a salir.

Amy se quedó analizando las palabras de su amigo meticulosamente.
¿Y si Tails tenia razón?

Al único enemigo que conocían, relativamente bien, era a Eggman y solo porque no dejaba de parlotear.
Pero, ¿que pasaba con el equipo Dark? Ninguno se abría a hablar sobre algo, solo peleaban, los derrotaban y era todo.

Además, si Knuckles alguna vez sintió algo por Rouge no había sido en vano, y si tanto trabajo le había costado verla de nuevo como enemiga, definitivamente era por una razón. Ahora pasaba lo mismo con Tails y Shadow.

—¡Espera Sonic! Tal vez tiene razón —Se interpuso entre ambos.

—¿De que estás hablando?

—¿Que acaso no recuerdas cuando querías ser amigo cercano de Shadow? No creo en lo absoluto que haya sido en vano, tenias tus razones pero nunca te molestaste en conocerlo más. —Lo miraba esperanzada.

—Fue porque acordamos no tener alguna relación personal con ninguno de ellos, y no podemos romper ese acuerdo.

—Pero esos sujetos no han cometido ningún crimen desde hace ya un tiempo, ¿debemos seguir considerándolos nuestros enemigos? Suena injusto. —Dijo el equidna.

Sonic quedó pensante, ¿tal vez les habían estado juzgando mal?
Tal vez no, estaban hablando del erizo qué intentó destruir la humanidad y su equipo.
Pero, ¿y si después de todo este tiempo habían cambiado? Eso sonaba más lógico.

—Enserio deben conocerlo mejor, es la persona más dulce, amorosa y detallista que he conocido, no quiero perderlo, pero tampoco quiero perderlos a ustedes. —Decía el zorro desde lo más profundo se su corazón.

Amy se apiado de el.

—Yo te apoyo Tails. —Y lo envolvió en un abrazo.

—Creo que yo también. —El equidna puso una mano sobre la cabeza del zorro —Pero te aviso que a la mínima cosa mala que vea, los acabaré a golpes. —Tails rió un poco ante tal respuesta.

El erizo de espinas azules solo los miraba, aun muy indeciso, confundido y desconfiado.
Sin embargo, al ver alegre a su mejor amigo, se le vino a la mente un recuerdo de cuando se encontraron y el pequeño no dejaba de seguirlo, apartir de ese momento sabia que debía protegerlo, cuidarlo, ser un hermano para él.

Aun con dudas, pero confiando plenamente en aquel pequeño zorro y poniendo como prioridad en ese momento su felicidad, puso una mano en su hombro.

—De acuerdo, te creo. —Los ojos del de pelaje amarillo brillaron cual luceros, se emocionó mucho y saltó para abrazar a su amigo.

—¡En verdad te lo agradezco! —Dijo mientras reía y soltaba lágrimas de felicidad.

Al día siguiente, cuando la pareja se encontró para salir como siempre, antes de despedirse, Tails le dijo a Shadow que tenia una sorpresa para el día siguiente, pero que se mantuviera lo más relajado posible cuando sucediera. Esto último desconcertó al erizo bastante, pero por su pequeño aceptaría con problemas.

Y entonces al día siguiente, los tres amigos del zorro llegaron acompañándolo.

—... Uhh, ¿que pasa aquí? —Dijo Shadow sumamente confundido y desconfiado.