La tentación de tenerte

dia uno: Ducha

Naruto e Itachi por fin unieron sus vidas en matrimonio,  si suena sorpresivo pues ese hombre tan frívolo por fin había caído en los encantos de ese adorable y dulce doncel. Aún pese a lo que pueda pasar en su vida como esposos no les impedirá disfrutar de su amor como mejor saben hacerlo sumiendose en momentos pasionales y desenfrenados.

Aún resultaba irreal para los miembros de la familia que vio crecer al señor cubo de hielo Uchiha Itachi, un ser que parecía odiar todo lo que le rodea pero que se volvía tan dócil con solo ver a su pequeño y escandaloso rubio. En definitiva la frase "polos opuestos de atraen " queda perfecto para ellos.

El amor que creció en ellos resultado de que el rubio le aventara un libro en la cara cuando el varón visitaba la biblioteca. ¿Quien diría  que el famoso libro don Quijote de la mancha uniría sus vidas?.

Los lunes por la mañana son un fastidio, siempre fueron un completo tormento para todos los que tenían una vida laboral o escolar, no importa. Todos odian los lunes e Itachi no era la excepción por que un lunes significaba volver a su aburrida vida como empresario lejos de su rubia adoración.

Despertaba abrazado de su doncel, de aquella rebelde criatura que dormía apresandolo con brazos y piernas, una manta Uzumaki completamente, y que estaba en su máximo resplandeciente desnudez, solo la sábana de su lecho rodeaba su trasero, dejando al descubierto dorso y lindas piernas bronceadas.

Sonrio contento de ver semejante escenario, su vida sexual era activa y como no si ese doncel era su perdición. Sabia como sacarlo de quicio, volverlo loco y tenerlo a sus pies. Beso los rubios cabellos del menor para cuidadosamente salir de su agarre, debía trabajar pero no quería despertar a su amado doncel que parecía feliz con su sueño.

Una vez fuera de la cama se puso a contemplar semejante creación, Minato tenía un pincel en vez de pene.

Naruto tenía muchos chupetones y marcas, sonrio satisfecho,  le llenaba de orgullo ver el cuerpo de su esposo marcado, las secuelas del placer que solo el podía brindarle.  Le abrigo bien con la sábana para luego tomar su toalla y meterse a la bañera.

Recorrió su cuerpo con la esponja enjabonada, limpiando cada rincón disfrutando del agua que acaricia su lechosa piel. Con un poco de shampoo laba cuidadosamente su cabello, listo para salir esta por cerrarle a la llave del agua caliente, hasta que el sonido de la puerta capta su atención.

Su lindo esposo desnudo y con una gran sonrisa.

—¿te molesta si te acompaño?.

—Ven— dice firme mirando como su rubio esposo entra a la regadera con el.

El agua moja cada rincón de la piel del doncel quien se a puesto de puntas para poder besar a su esposo. Un beso que cada vez se hace más intenso, recorriendo su cavidad bucal con deleite, saboreando todo su interior.

—Naruto tengo una reunión...

—Será rapido-ttebayo.

—¿Acaso no fue suficiente con lo de anoche?— cuestiona juguetón, dándole piquitos.

—Sabes que nunca es suficiente...

Los besos del doncel bajan, esta vez al pecho del mayor. Itachi suelta suspiros.

Sin pensarlo mucho rápidamente le da vuelta a su esposo, haciendo que sus manos se recargue sobre las baldosas. Recorre con descaro su cuerpo arrebatandole suspiros y jadeos de placer.

Siente su polla dura, el tampoco tendrá suficiente se su esposo. Besa su espalda, lamiendo cada parte de piel a su alcance. Con las manos en su cadera levantó un poco su trasero, dejándole a la vista ese apetecible agujero.

—Por favor... — susurro rogándole. No quería juegos previos el igual deseaba sentirlo. Movio su cadera ofreciéndose descaradamente. 

El mayor sonrio ladinamente antes de tomar su miembro y dirigirlo a ese lindo agujero rosado, hundiéndose en una sola estocada. Naruto grita de placer... su cuerpo está caliente y no es por el agua sus caderas intentan moverse queriendo conseguir más contacto, sin embargo Itachi lo mantiene en su sitio.

—Quieto. — le dice casi en un gruñido que estremece al doncel. Le satisface ver el rostro necesitado de su esposo.

Comienza a moverse, el delicioso vaivén es lento sin embargo da justo en su punto exacto que le hace delirar. Gime fuertemente  cuando el movimiento de caderas aumenta. Sus corazones están acelerados sus respiraciones agitadas.

—¡No pares!— grita Naruto perdido en el placer que su esposo le ofrece.

Itachi no duda en seguir complaciendo a su esposo aumentando la rudeza de sus embestidas,  Naruto siente las piernas temblorosas... cada bombeo en su interior cada dulce beso en su piel, por que Itachi podría ser un animal salvaje sin embargo nunca dejaba de ser tierno con el.

Acariciaba su piel, la mano derecha de su esposo se cuela entre sus piernas comenzado a masturbarlo siguiendo el ritmo de su embestidas.

Itachi gime ronco al sentir como el interior de su esposo se contrae al rededor de su miembro sabe que el doncel está por correrse y aumenta sus embestidas así como el bombeo con su mano en el pene de su esposo. Naruto está en el cielo su esposo siempre sabe como complacerlo. Grita el nombre de su amante cuando la liberación llega e Itachi lo acompaña derramandose en su interior. El rubio se gira un poco para que su esposo pueda besarlo.

Con cuidado besa a su esposo... bueno después de todo llegará tarde. Más vale que valga la pena...