𝘍𝘶𝘤𝘬 𝘠𝘰𝘶 𝘔𝘪𝘭𝘬𝘰𝘷𝘪𝘤𝘩 | 𝘚𝘩𝘢𝘮𝘦𝘭𝘦𝘴𝘴

VEINTIDÓS

Las palabras de Mickey se sentían como si una bala traspasando el pecho de Madi. Se congeló, sin saber qué hacer. Ella vio cómo él se escapaba, sin mirarla como ella deseaba que lo hiciera

El resto de la familia había ido a ver el partido de fútbol de Carl, Madi se quedó en casa. Estaba envuelta en sus sábanas, mirando a la pared. Las palabras de Mickey siguen impresas en el cerebro de Madi. No pudo escapar de ellas. Ella no había visto a Mickey desde que salió de la tienda, lo que hizo que Madi se preocupara. "Oye Mads, Fiona dijo que estabas molesta", dijo Mandy de repente desde la puerta, haciendo saltar a Madi. Mandy se sentó al final de la cama, mirando hacia abajo a su amiga que tenía los ojos tan rojos que parecía que había estado llorando durante años. "Estoy bien", murmuró, cubriéndose la cara con la manta para que Mandy no pudiera verla. "No estás bien, solo habla conmigo. Sé cuándo estás bien y cuándo no lo estás" Mandy tenía la mano en el tobillo de Madi, frotándose el pulgar hacia arriba y hacia abajo. "Estoy bien, Mandy, solo cansada" Madi intentó sonreírle, un pequeño tirón de su labio superior fue todo lo que salió. "Vale, avísame si algo cambia. ¿Vale?" Asintió y Mandy se fue.

Madi había conseguido levantarse de la cama y se había aventurado abajo. Toda la familia, incluidos Estefina y Jimmy, habían vuelto del partido de fútbol de Carl. Estaba sentada a la mesa, una cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra. "¿Oye, expulsado?" Fiona le preguntó a Lip al entrar en la casa, dirigiéndose hacia las escaleras. Madi había estado tan atrapada en su propio lío que no sabía que Lip había sido expulsado. Lip se volvió hacia Fiona, "Acertaste" suspiró. Madi miró desde la mesa de la cena, Carl y Debbie se sentaron con ella. "Tienes suerte de ser un perdedor. El Sr. Healey te llevó a otra escuela", le anunció, una sonrisa acribillada en su cara.

Madi siguió viendo cómo la discusión continuaba y seguía desde la cocina, tomando sorbos ahorrativos de su botella. "¿Así que quieres que me rompa el culo, obtenga mi diploma, consiga un trabajo bien remunerado para que pueda comprarte todas las casas mientras te acuestas jodiendo todo?" Lip gritó a Fiona, con la cara volviéndose en un claro tono rojo. "No. Tiraré de mi peso, pero no voy a ser el puto ganso dorado", le gritó de nuevo, su cara ahora roja. "Escuela o fuera", le gritó haciendo que la casa se callara. La tensión es tan espesa que podrías cortarla con un cuchillo. "Mi trabajo es mantener esta casa en marcha. Rompiéndome el culo por ti, trabajando en ocho trabajos, haciendo comidas, manteniendo todo en orden. Tu trabajo es la escuela. Escuela o te vas", le gritó. Subió las escaleras, Madi subió por el otro juego de escaleras.