𝘍𝘶𝘤𝘬 𝘠𝘰𝘶 𝘔𝘪𝘭𝘬𝘰𝘷𝘪𝘤𝘩 | 𝘚𝘩𝘢𝘮𝘦𝘭𝘦𝘴𝘴

TREINTA Y CINCO

Madi saltó de Mickey y corrió a donde había tirado su ropa unas horas antes. Intentó apresurarse hacia ellos, pero Terry le atacó. Su cara se encuentra salpicando sangre por todas partes. Los puñetazos siguieron cargándole en la cara mientras intentaba sacarlo de ella. "¡Papá! ¡No, para!" Mickey protestó por detrás de ellos. Saltó sobre la espalda de su padre, haciendo que Terry retrocediera al otro sofá, y echó a Mick de él. Empezó a tirar su ropa a su cuerpo lo más rápido que pudo a pesar de cuánto dolor había. Agarró su bolso y se lanzó hacia la puerta. Terry sacó una pistola de su bolsillo y le apuntó: "Sienta el culo, maldita puta", él le gritó y ella retrocedieron lentamente hasta donde estaba sentada antes. Ella observó cómo él bajaba el arma a la cabeza de Mickey, azotándolo con pistola. "Es Terry. Envía al ruso", dijo por teléfono mientras apuntaba con el arma a la chica.

Una mujer rusa de pelo castaño pronto entró por la puerta. Tenía el vestido púrpura más corto que Madi había visto, sus ojos se encontraron con Mickey. Sabía lo que iba a pasar. Una prostituta no haría nada más. "Ella va a follar a la Gallagher fuera de ti, chico", le dijo a su hijo prácticamente sin vida que se sentó mirando al aire. Las lágrimas gotearon de los ojos de Madi y no pudo detenerlas. Ella observó cómo cabalgaba y cabalgaba y cabalgaba con él hasta que finalmente se rindió y la arrojó para que él estuviera en la cima. "Al carajo esta mierda", agarró su bolso y salió corriendo por la puerta, sin importarle si Terry apretó el gatillo.

Ella sollozó mientras corría por la calle, la sangre seguía saliendo de su cara. Corrió hasta llegar a la casa Gallagher. No le importaba si había alguien allí o no. No vio a Fiona en la casa, así que se lanzó al baño de arriba para limpiar sus cortes antes de que se infectaran. Hizo una mueca de dolor mientras la toalla mojada se encontraba con sus heridas en el océano. "Esto es lo que obtienes por follarte a un Milkovich. Esto es lo que pagaste", lloró mientras colocaba curitas en los cortes y tiraba la toalla manchada de sangre al cubo de basura.

Habían pasado días desde su incidente con Terry. Esos días los había pasado acurrucada en su cama, ignorando todas las preguntas de Fiona. No había visto ni oído nada de Mickey y estaba preocupada. Ella sabía dónde estaría. Disparando su arma en un edificio abandonado. No había demasiados en el lado sur de Chicago, así que no sería tan difícil. Finalmente lo encontró después de horas de búsqueda. Su rostro estaba cubierto de moretones y heridas que estaban en el camino hacia la recuperación. "Así que gracias a mí, te han azotado con una pistola y te han disparado por el culo. Solo quiero asegurarme de que estás bien", habló con él, tratando de hacer una broma. Silencio. No le dijo ni una palabra, solo siguió disparando su arma al maniquí de bricolaje que había hecho. "No puedo dejar de pensar en lo que pasó". Ella le dijo. Silencio. "Bien, no me hables. Hijo de puta.", escupió al chico antes de dejarlo en el edificio.