TanZen Week 2022

Día 2 - Disfraz

Notas:

Zenitsu Agatsuma: 19 años.
Tanjirō Kamado: 18 años.

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Llevaba una hora navegando en una página de compras sin encontrar el utencilio de cocina que estaba buscando para regalarle a Nezuko por su cumpleaños cuando se topo con algo que llamo su atención...

Era algo estupido, sabia que no lo necesitaba y que seguramente Zenitsu -su novio y compañero de renta- lo odiaría si lo compraba, pero aún así el mouse se deslizo hasta donde decia "comprar" y él le dio click, solo un segundo después se arrepintio por dejarse llevar.

—Nezuko se quedo sin regalo y Zen va a matarme... —se concientiso luego de haber cometido ese pequeño gran error que podria perfectamente llevarlo a una muerte segura a manos de su amado y su querida hermana.

Tenia que arreglarlo y rapido, pero desafortunadamente para él el rubio entro al cuarto y tuvo que cerrar la página antes de ser descubierto.

—¿Qué haces? —interrogó entrecerrando sus ojos color miel en su dirección, su sonido seguramente sonaba sospechoso.

—Estaba buscando el regalo para Nezuko, pero ya me canse. —respondió una media verdad para rapidamente proceder a cambiar el tema —Ire a preparar la cena, ¿qué se te antoja?

Y así salió ileso del interrogatorio.

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Siguió tratando de ingresar a la página de compras por una semana sin embargo siempre que estaba apunto de cancelar la compra Zenitsu se aparecia en la habitación y él tenia que abortar la misión.

En fin, ahora se encontraba con la compra en mano sin saber que hacer, mejor comenzaba a escribir su testamento, ¿deberia dejarle a Takeo su colección de espadas miniatura? ¡No! Ocualtaria el paquete hasta poder revenderlo y con ese dinero compraria el regalo de Nezuko.

Era un buen plan, solo tenia que encontrar un buen escondite para el paquete, pero como era un cabeza dura simplemente lo dejo bajo la cama que compartia con su novio.

O sí, él desayunaba el peligro.

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Zenitsu se encontraba organizando la habitación compartida antes de irse a su universidad, Tanjirō aún no volvia de sus clases así que aprovecho para ordenar un poco.

Al vivir juntos las tareas se repartian, Tanjirō se encargaba de la habitación y la cocina, mientras él se ocupaba del baño y la sala, pero por esta vez decidio ayudar un poco más con esto ya que Tanjirō era demasiado Tanjirō y no sabia cuando su cuerpo estaba hagotado como para hacer más tareas.

Terminó de guardar la ropa en uno de los cajones del armario y se agachó para acomodar las pantuflas que estaban al costado de la cama cuando noto una caja extraña bajo el mueble.

Miró al rededor con cautela y luego procedio a sacar la caja de su escondite, era tan curioso como un gato y la verdad le emocionaba esto, ¡seguro era el regalo de Nezuko! Tanjirō no habia querido decirle que fue lo que decidio comprarle a su hermanita, pero confiaba en su novio, no por nada habia dado parte de sus ahorros para comprar el regalo.

Abrió la caja, miró el contenido que se encontraba dentro y...

—¿¡Eh!? —exclamó entre confundido y enojado.

¿¡Por qué habia un disfraz de Pikachu tamaño adulto en la maldita caja!?

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Cuando Tanjirō entro al departamento que compartia con su rayito lo primero que capto su nariz fue el olor a duraznos ácidos que salia de su habitación.