"Entreguen sus trabajos a Caín cuando la campana suene". Dijo refiriéndose a los demás alumnos. "Caín por favor llévalas a mi oficina". Caín asintió y el profesor sin más se retiró del aula.
Caín era el presidente de la clase uno donde se supone están los más inteligentes y de mejor rendimiento, por supuesto un apuesto chico de cabello negro ojos rasgados y labios gruesos y rosados; era como la manzana en aquel árbol prohibido, ambos igual de deseables pero negados. Y esto era gracias a él mismo ya que siempre estuvo distanciado de los grupos grandes e incluso de personas que también estaban solas, a excepción de uno llamado Yoshida Dai, un estudiante Japonés que se refugió en Caín y luego este no pudo deshacerse de él. Caín solía alejar a todos, le huía a las chicas y a los chicos también, incluso fue el centro de los rumores sobre su sexualidad diciendo que quizás era gay y mantenía una relación con Dai o que simplemente era asexual.
Caín no prestaba mucha atención ya que realmente no tenía tiempo para idioteces mientras que Dai, bueno, este se metía en problemas cada que podía para callarle la boca a todo aquel que hablara mal de su gran amigo insípido pero humanitario.
"Caín ¿Estas libre?". Se acercó el chico de piel clara y ojos grandes con una sonrisa y sus manos en sus bolsillos con la esperanza de que accediera a lo que estaría por pedirle.
"Mmh". Hizo un gesto de que siguiera mientras pasaba por cada puesto recogiendo aquellos trabajos que habían sido pedidos unos días antes. Dai prosiguió yendo despacio para no espantarlo.
"El hijo de mama llega hoy de Japón y quiere que nos acompañes". Aunque parezca extraño el señor Yashiro y la señora Jin tenían un aprecio exagerado por Caín ya que le agradecían mucho todo lo que hizo por su hijo, además Caín se sintió bien con ellos y podría decirse que era considerado parte de su familia. "No tienes que relacionarte si quieres, solo ve para que papá y mamá Soonhe no se sientan rechazados".
Caín no podía negarse cuando se trataba de ellos, habían sido tres años conviviendo con los Yashiro, no podía simplemente no ir. Así que terminó aceptando por supuesto era algo nuevo para él ya que no le agrada mucho la idea de tener que conocer otras personas que tal vez le distorsionen lo que hasta ahora tiene como 'su propio mundo'.
La mañana paso eventualmente rápido, más de lo que Caín habría querido y aunque se mirará frío y neutral por dentro estaba peor que un niño apunto de declararse, la idea de conocer personas nuevas de ese modo lo hacían sentir intimidado cosa que en Caín era totalmente inesperado ya que un joven tan alto y de hombros tan anchos con mirada amenazante y de pocas palabras; era algo que seguramente a nadie se le pasaría por la cabeza. Aún así era una realidad muy cruda, Ambos chicos se fueron directo a la casa de los ahora, Yashiro.
Cuando estos llegaron los recibió un lindo chico de piel extremadamente pálida con el cabello regularmente largo con algunas hondas con un tinte fantasía rosado que debía retocar debido a las raíces y muy apuesto, los dos muchachos quedaron en total shock, Dai nunca había visto a su hermanastro y Caín nunca había visto a alguien tan hermoso, para él incluso la mujer más hermosa sería opacada por aquel rostro que parecía ser una pintura o un simple dibujo nada cercano a la realidad, "demasiado perfecto para ser real" pensó Caín y tenía razón.
Inevitablemente sus mejillas se tiñeron de un tono durazno al igual que sus orejas, realmente lo había hecho sonrojar.
"Eres Dai ¿Cierto?". Pregunto el hermoso chico de cabello rosa a su gran amigo que parecía no salir de trance.
"Oh, si si. Yo soy Dai y supongo que tu eres mi hermanastro ¿Cierto? Disculpa, ma-". Callo de inmediato pues a pesar de tener casi cuatro años viviendo juntos le parecía que podía ser extraño decirle madre frente a su verdadero hijo, Dai sintió que quizás estaba tomando algo que no era suyo. Pero inmediatamente el apuesto chico hablo.
"No te preocupes, ahora somos familia y parece que llevas conviviendo con ella mucho tiempo". Parecía no importarle aunque en el fondo sintiera una ligera envidia nada de que preocuparse, además lo había tomado por sorpresa claro que él ya sabía de Dai y la relación que había establecido con su madre pero ver los cercanos que eran le hacía pensar el porque alguien ajeno podía tener ese privilegio que a él le ha costado toda su vida ganar y que hasta hoy día, no haya podido lograr nada.
"Claro, bueno espero que no te incomode.... Por cierto m-mamá nunca menciono que tuviera otro hijo hasta hace unas semanas, así que no se tu nombre". Se sentía vergonzoso pero que podía hacer, no podía fingir saber su nombre cuando esté parecía conocerlo bien. Dai noto como aquella sonrisa 'natural' se crispo en el momento que escucho sobre que su madre nunca lo nombro en su nueva familia. Quizás no debió decir aquello y sustituirlo por un 'no alcance a oír tu nombre' pero había sido muy tarde, se notaba en sus ojos y su sonrisa torcida aquella inconformidad.
"No te preocupes, madre no suele hablar de mi para ahorrarse muchas cosas. Soy Jin Juha, siéntete libre de llamarme como gustes". Su tono dulce y ese brillo emocionante en sus ojos se había perdido, había sido reemplazado por un tono neutral que incluso asustaba por el cambio tan drástico y sus ojos se habían entrecerrado demostrando desinterés y opacidad. Nada que ver con la imagen del principio.
"¿Jin... Ju? ¡Wow! ¡¿Caín viste eso?! ¡Se llama Jinju!". Dai soltó una carcajada que contagio a los otros dos, Caín sin muchas palabras respondió con un 'si, lo escuché' y Juha solo sonrió sutilmente regresando a la imagen del inicio cosa que Caín no dejo ir ni por un segundo.
*Jinju es 'perla' en Coreano, es por esto la reacción de los chicos*
"Oh, cierto. Juha este grandote de aquí es mi buen y adorado amigo Lee Caín, no temas es muy grande y de pocas palabras pero si tengo que descubrirlo con algún animal sería mariposa". Dai parecía orgulloso de sus palabras aunque Caín lo estuviera decapitando con la mirada que hasta Juha noto poniéndolo nervioso.
"¿Caín?". Giro hacia Caín y éste asintio cruzando miradas con Juha el hermoso chico del cual se sentía esclavo. "Que nombre tan peculiar, Es extranjero ¿Me equivoco?". Juha hablaba con tanta elegancia que impresionantemente intimidaba a Caín, se sentía intrigado por aquel chico de pelo rosa y hermoso rostro que al igual que su nombre podría ser comparado con la belleza de una perla.
"Es hebreo un nombre bíblico, mis padres son religiosos". Caín se mostró sin mucho interés ya que a pesar de que su nombre era realmente atractivo la historia de origen era algo dramática y cuando le pedían decir que significaba la gente solía mirarlo como alguien peligroso. Esto porque en Corea y en Asia como tal los nombres son algo que escogen específicamente para saber el destinó y personalidad de su hijo o hija.
"Asombroso. Es muy apuesto, Caín". Juha lo miro a los ojos fijamente con una sonrisa relajada pero una mirada penetrante, por supuesto Dai no estaba enterado ni lo más mínimo sobre la tensión que se creó entre estos dos. Caín por supuesto no supo como tomar aquel cumplido con un doble sentido pero que no le afirmaba nada. Así que un poco de nerviosismo que por supuesto gracias a su magnífica cara inexpresiva no se notaba ni un poco respondió con agradecimiento. Jugando el mismo juego.
"Muchas gracias, Juha...". Dijo en un suspiro como si disfrutará decir ese nombre. "También es apuesto". Sonrió sin más con expresiones muy afiladas, al igual que el peli-rosa, sostuvo una mirada afilada y penetrante que Juha disfruto mucho.
"¡Juha!". Llamo su madre que venía hasta donde estaban todos. "¡Oh niños! Pasen pasen, la comida está lista.
~SODOMÍA: el placer por lo prohibido.~ MHY.
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SODOMIA; el placer por lo prohibido | BL #1
Romance"El pecado suele ser adictivo por qué es prohibido y viceversa... Así como lo es el deseo de un hombre por otro hombre". "No importa si es así, nosotros no debemos estar juntos nosotros desde un principio nunca debimos besarnos". "¿Cual es el prob...