"El pecado suele ser adictivo por qué es prohibido y viceversa... Así como lo es el deseo de un hombre por otro hombre".
"No importa si es así, nosotros no debemos estar juntos nosotros desde un principio nunca debimos besarnos".
"¿Cual es el prob...
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"¡¡Haah!!~". Los gemidos de Juha parecían hacerse cada vez más fuerte al igual que su agarre a las sábanas blancas y a las embestidas que Caín daba de manera intensiva haciendo saber a ambos que pronto llegaría al clímax. "C-caín... Espera v-vas muy rápido... ¡Haaah!" Su respiración le fallaba y sentir su miembro rozar con aquella almohada que tenía bajo sus caderas para poder estar a una buena altura; lo hacía sentir cerca.
"Resiste un poco más ah~ Juha". Dijo acariciando la espalda desnuda del chico para luego tomar con rudeza ambos brazos y así levantarlo un poco para que pudiera dar estocadas más fuertes. "Ugh~ un poco más, sigue gritando un poco más". Caín pedía desesperado esperando seguir escuchando aquellos gritos lascivos que Juha le regalaba por el placer tremendo que este le brindaba, Juha por supuesto no pudo retener aquellos gemidos que salían de lo mas profundo, nunca pensó que el sexo fuera tan satisfactorio como ahora. Caín era capaz de llenarlo por completo sin dejar ningún espacio, y eso lo volvía loco; los gemidos de ambos se intensificaban cada vez más y Caín no podía sentirse mejor, este soltó un brazo de Juha para introducir sus dedos en la boca de este de manera que Juha los lubricara.
En estos momentos se habían transformado en las bestias más impuras y envidiables que podría existir, dos personas teniendo relaciones sin ninguna clase de tabú; unas cuantas estocadas más y ambos estarían llegando al clímax en pareja, Caín en el interior caliente y estrecho de Juha y Juha en aquella almohada que rozaba con su miembro haciendo temblar sus piernas y todo su cuerpo.
Luego de ese rato de lujuria y placer ambos cayeron rendidos en la cama, nunca supieron como interactuar entre ellos mismos cuando estaban en público pero parecía ser todo lo contrario cuando estaban en la cama disfrutando de la piel del otro.
"Lamento..." Dijo llamando la atención de Juha sin mirarlo pero sosteniendo un leve sonrojo. "Lamento haber sido tan rudo". Soltó por fin luego de jugar brevemente con sus manos, Juha sonrió sin tocarlo o hacer absolutamente nada.
"Esta bien, no es como si se fuera desgarrado, en unos días me sentiré mejor". Caín lo observó pensando en como se sentirá ese dolor, sonrió y bajo su mirada. "Iré a darme un baño". Juha trato de levantarse pero un tirón en su cadera lo hizo gemir de dolor y quedar sin aire, parecía que realmente estaba mal. Caín se apresuró a tomarlo por sus hombros algo exaltado por aquello y le pidió que lo dejara bañar, Juha acepto ya que realmente no podía con su cuerpo y era consciente de que si hacia el mínimo esfuerzo colapsaría.
Caín tomo en brazos a Juha y al levantarlo pudo ver una pequeña mancha roja en aquellas sábanas de seda blanca. De inmediato supieron que era. "R-realmente yo..." Caín no sabía que decir se sentía avergonzado.
"Me rompí..." Dijo Juha sin dejar de mirar la mancha.
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