Parte 3

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A Vanessa la han estado siguiendo por razones desconocidas, quizás era porque se había acercado a aquella tienda y por la actitud que presentaba cada que la mandaban a llamar para estar presente en cuestiones importantes del laboratorio.
Sin embargo Vanessa aún no estaba convencida de que fuese cierto que en el lugar donde ella trabaja, se dedicaban a  hacer experimentos y trabajar con la modificación genética y especialmente con humanos.
Para ella el laboratorio solo estaba dedicado a la elaboración de vacunas y todo lo relacionado a ella .
Pasaron los días, por fin los dueños del laboratorio habían dejado en paz a Axel, no habían vuelto a experimentar con su cuerpo, tal vez era porque se les habían muerto los animales que guardaban en la bodega o quizás porque no tenían más tiempo que seguir perdiendo con Axel.
Vanessa tenía un trabajo que entregar a finales del mes, por lo que no ha vuelto a investigar nada sobre el trabajo del laboratorio, también había dejado de ver a Axel, ni siquiera sabía si aún seguía ahí ,estaba confundida , al parecer creía de que por tanto estrés que tenía se le hacía ver visto a un hombre en una cama todo pálido y desesperado por salir de aquel lugar.
Por ahora solo estaba concentrada en hacer bien su trabajo, de verdad ella necesitaba el dinero, tenía a su hermanita en casa, tenía que mantenerla, cuidarla y alimentarla, por lo que no se iba a arriesgar más, no quería perder el único empleo que ha conseguido después de tantos meses estar buscando uno.
El paciente 301 había recuperado su color normal, estaba encerrado y desesperado por salir de ahí pero en buen estado, pero por desgracia dentro de la habitación donde lo tenían a él, tenían también al pequeño Jace, un chiquillo que había llegado hace unos días, estaban obsesionados con el pequeño, creían que él tenía más posibilidades y que después de realizarle algunas modificaciones y después de un poco de entrenamiento sería un soldado ejemplar.
El pequeño Jace estaba tan atemorizado de lo que harían con  él, estaba muy deprimido, no quería morirse en el proceso del experimento.
Tanto Axel como él ya no distinguian cuando era de día y cuando de noche.
Llegando el día Viernes, todos en el laboratorio habían llegado muy temprano y vestían con ropa muy formal, era el día en que bajaban los señores que trabajan en tierra para  rendir las cuentas de los medicamentos, y en ocasiones llevaban a personas que habían reclutado en el transcurso de los días .
Para sorpresa de ellos está vez solo habían llevado a a un viejito, quién se habían confundido por ir a comprar sus cosas personales, se metió a otra tienda donde adquirio un frasco de insulina.
Pues al principio el dueño mayorítario llamado Steven quería matarlo porque no le servía en nada pero luego se le ocurrió la idea de manipularlo y decir que en él se realizarán grandes pruebas.
Este señor no concordaba con sus compañeros, el quería la compañía para el solo quería deshacerse de los demás socios minoritarios, por lo que con este viejito lo lograría.
Sin más que decir decidieron quedarse con aquel viejito, lo encerraron en una bodega y continuaron conversando sobre cuál sería el siguiente paso para lograr sus objetivos.
Mientras tanto un grupo de empresarios más reconocidos del país  estaban planeando hacer  un evento para  mostrar los hombres más fuertes y los más peligrosos de todo el mundo, cómo el laboratorio estaba con la idea de apoderarse  de todo, querían presentarse en el lugar y llevarse los hombres más peligrosos.
Llegada  la noche  ellos procedieron a cerrar el laboratorio y cada quien se quedó en su habitación correspondiente, Axel y Jace estaban juntos, al lado de su habitación donde los tenían encerraron al viejito.
Él estaba asustado y no paraba de gritar, yas que la habitación era un lugar oscuro y frío, tanto Axel como Hace no podían conciliar el sueño, el viejito en uno de sus ataques que le daba se le ocurrió suicidarse.
En la mañana siguiente, según iban a experimentar con él pero su sorpresa fue que al abrir la puerta, el lugar estaba repleto de sangre y con un olor terrible, que desprendía el  señor que había muerto.
Le había dado un paro cardíaco por solo pensar que terminaría siendo un objeto para ellos, y que luego sería como uno más de sus soldados.
Los socios del lugar no podían creer lo que el señor fue capaz de hacer con tal de que no sufriera, sin embargo  a Steven se le habían arruinado sus planes por lo que decidió llamar a una junta directiva y exponer su propuesta en crear un tipo de máquina que esté observando a todos y que además de esto, cada que alguno de los reclutados decidieran lastimarse o intentar salir de ahí se liberaría un tipo de gas que los dejaría en un profundo sueño, por lo que se les sería imposible abandonar el lugar.
Los demás socios aceptaron la propuesta, echaron andar la idea de Steven y a más tardar una semana el prototipo habría quedado listo, mientras tanto un día Vanessa iba a entregar su trabajo a la junta directiva, en el incluía los estudios de los medicamentos que se estaban elaborando y las reacciones que provocarían. Cómo ella había cumplido con su trabajo le dieron la tarde libre,  decidió irse a descansar en casa, para llegar y salir del laboratorio tenía que tomar un tren y unas cuadras antes podía irse a pie o si disponía de un auto podía llegar en el, pero como este no era el caso de Vanessa iba de pie hasta llegar al laboratorio y salía caminando y al llegar al lugar tomaba el tren, el viaje duraba un hora porque se trataba de estar viajando y trabajando bajo tierra, llegando en la ciudad ella tomó un taxi que la llevaría en su casa, ella no sabía si era casualidad o que realmente estaban sucediendo cosas extrañas, el chófer del taxi le estaba preguntando en cómo eran los  avances de los experimentos y cuáles serían los próximos en desaparecer de la tierra para posteriormente convertirse en humanos sin almas, ella solo volteo la mirada y no le respondió nada pero estaba nerviosa y tensa, cómo era posible que le dijera eso, sí ni siquiera sabía en dónde trabaja, o en qué consistía  su trabajo, pero el chófer no se quedó callado y decidió contarle su historia…..

Chófer: Sépase señorita, hace algunos meses  mi hijo se dirigía a un viaje de estudios, al estar conduciendo, él no se fijo bien, venía un camión repleto de mercancía y estos dos automóviles terminaron chocando y mi hijo fue a parar en el hospital, pero eso no fue todo si no que al estar internado en ese lugar, habían dicho que se requería comprar de unos medicamentos que eran muy difíciles deconseguir y que el hospital no disponía de ello, mi hijo era un muchacho excelente no presentaba ningún vicio, era alguien dedicado al estudió, quería ser un gran doctor pero el accidente que tuvo vino a arruinarlo todo, no quería perder al único hijo que me ha dado la vida, por lo que decidí hacer todo lo posible e ir por el medicamento, se lo entregue a los enfermeros que lo estaban atendiendo, pero mi error fue que no pregunté en qué ayudaría a ami hijo.

Vanessa lo interrumpió, le decía que no era necesario que le contara su historia, que ella tenía muchas preocupaciones como para que viniera alguien a causarle otro dolor de cabeza.
Pero, este chófer decidió seguir contándole lo que pasó con su hijo.

Chófer: Resulta que el medicamento que le compre a mi hijo lo despertó del coma, pero al medio día llegaron unos hombres con aspecto muy temeroso, solo preguntaron el número de pacientes a quienes se les había inyectado los medicamentos que ellos vendían, la gerente solo le entregó una lista de 5 personas, dos hombres y tres mujeres.
Decía el chófer, no tenía ni idea de lo que fuesen a hacer con mi hijo, solo me quedé esperando en la sala de espera los resultados del doctor, mientras eso estos señores aprovecharon y secuestraron a mi hijo…

Experimento 301Donde viven las historias. Descúbrelo ahora