Tengo un deseo de espinas y egoísmo, propio de una cultura machista.
Expectativas irrefutables y café soluble, acompañando mi melancolía.Podría doblegarme a una normalidad forzada, sentimientos de papel en cada esquina de mis neuronas. ¿Están vivas? ¿Estoy viva?
Neutralidad, azul, rosado. ¿Quién soy? ¿Qué soy?
Podría correr entre la arena movediza y no darme cuenta que estoy muriendo. Lofi en la radio, lápiz y papel.
Pasividad agresiva, conectando puntos y el dolor parece que nunca termina.
¿Por qué? ¿Qué hice?Mis manos queman, ojos inquietantes, recuerdos desgarradores. "Tienes que dejarlo pasar."
No. No pude. No puedo. No podré.
Existir es la causa de mis conflictos internos y dolor inclusivo.
Podría materializar mis ideas, fatiga interminable. Conciencia disociada entre campos de material artístico.
Un vaivén de gatos y rasguños. Inocencia interrumpida, vasos de leche yacen derramados y la camiseta está en el suelo.Y la sombra me habla. ¿Estará bien?
No lo está, el olor inocente se detiene y boom.Foto. Foto. Foto. Disociando.
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« Mundos distintos y amarillos » POEMARIO
PoesiaNo es como cualquier historia, esta es especial. Sin pensarlo, me abrí al mundo lleno de posibilidades infinitas y tés de color naranja. Una filtración de cada susurro hecho por mi cabeza. Consciencias distintas, más que mi yo altruista y pesimista...