Las luces son lentas, mientras veo el amanecer en tus ojos y el atardecer en tus manos. Morfina en mi sangre, mortífera como fuego y sin parar, mis manos de negro.
Como el fuego y viento es tu mirada, punto y coma en mi vida. Más puntos de los que puedo contar.
El blanco me hace ver, el verde con la ilusión de esperanza y el amarillo me cega; cuando lo toco, se derrite en lava.
Cuando salgo de tus dolorosas manos mi alma se mancha y pido un deseo, otro punto y coma.Temblor. Frío en mis delgados huesos, escritos a mano en papel y vientre por la misma flor.
Morfina, ardiente amiga castañera. Dedos de marfil golpeando la cama en el blanco y verde, cómo haré para verte.
¡Oh, las colinas de primavera detrás del arcoíris!
Sin nada que sentir, o pensar, o amar. Esperanza abrumadora y sueños vacíos.Venas atiborradas de sangre me impiden el paso a mi nueva flor.
La flor que no me abandonó y de color rosa.Morfina, dulce sensación caliente en torno a todo; cuando las palabras llegan, mi boca de fuego arde por vocales que no están.
Oraciones incompletas, arrojadas al mismo río de pensamientos maltrechos y obtusos. Siempre tranquilo, siempre en paz.
Siempre conmigo, cuando la morfina pasa.
Y caigo en sus manos.
Las manos.
La flor.
Y el color rosa.
ESTÁS LEYENDO
« Mundos distintos y amarillos » POEMARIO
PoésieNo es como cualquier historia, esta es especial. Sin pensarlo, me abrí al mundo lleno de posibilidades infinitas y tés de color naranja. Una filtración de cada susurro hecho por mi cabeza. Consciencias distintas, más que mi yo altruista y pesimista...