Estaba con mi día de siempre, vendiendo mis esculturas, lo normal, habían pasado unos meses del incidente del demonio, pero todavía sigo pensando quién era ese chico... ¿Acaso lo volveré a ver?
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(Recomiendo esta canción, es bellísima, pertenece a una película <3)
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(Sigue narrando ____ )
Volviendo a casa, ya que mis esculturas se habían acabado, había vendido mucho y más tarde iba a ir a comprar algo de comida.
Llegué a mi casa feliz, deje todas mis cosas y fui con la nieve cayendo, caminando con los pájaros cantando, a un lago cerca de donde vivo, ya que mayormente está congelado por el frío, me dedico a crear mis esculturas con ese mismo hielo.
Estaba tranquila, sentada, cantando y creando esculturas con mis manos, hasta que por alguna razón.. siento algo detrás, —"Defenitivamente hay alguien"— dije pensando mientras me puse alerta y dejé de cantar en un instante.
Me di vuelta... Era el... Ese chico de cabello largo con puntas turquesas, estaba ahí, parado, mirándome fijo a los ojos como yo a él. Quedé en blanco, no podía quitarle la mirada, sus ojos... Eran de un color bellísimo, nunca los había visto.
El se quedó mirándome con la cara algo sorprendida y sonrojada, estábamos viéndonos fijamente, el viento movió nuestros cabellos, los pájaros cantaron y hojas cayeron. Sentí esa calidez de nuevo.
Por un momento reaccione y en un instante el también.
—Hola— le dije con una mini sonrisa. —Hola— dijo el con un tono tranquilo pero con su toque.
Me levanté para poder hacerle una reverencia, —Muchas gracias por ayudarme aquella vez, realmente me haz salvado la vida, lamento no haberselo dicho antes—.
