Lo único que piensa Marcy al llegar al infierno es que este es la peor pesadilla que podría tener en su vida. Fuego interminable cegándola, brisas frías que congelan su frágil cuerpo, gritos inhumanos tan escalofriantes y dolorosos que parecen aguja...
A pesar de nunca haber tenido contacto con un humano, Marcy cree firmemente que el repartir gloria divina funciona. Su trabajo le gusta, su pecho se llena de calidez cada vez que imagina a esos seres mortales siguiendo su luz para caminar por el sendero del bien.
Por eso, cuando Dios la trata como si fuera el mismísimo diablo, ella queda desconcertada y con un instinto de supervivencia que la anima a escapar, lamentablemente para ella, ya es muy tarde.
Sus alas son cortadas, dejando charcos de sangre y un dolor insoportable como el de una espada atravesándola. El todopoderoso le dice que es impura, que no merece seguir con estadía en los cielos y que lamenta y repudia en lo que se ha convertido. Pero ¿Qué hice mal? ¿Cómo pudo haber cometido algún error sin darse cuenta?
Desearía que Olivia se apiadara y pidiera misericordia por ella, pero el serafín ni siquiera la mira, como si aprobara todo lo que Dios le está haciendo. Marcy se siente sola y abandonada, y para ponerle una cereza a su pastel de desgracias, su destino no es morir ni rezar un millón "padre nuestro"...
Mañana, al amanecer, dejarás el reino de los cielos y serás castigada en las tierras de nuestra cruel enemiga: Satanás.
O como se le llamaba antes de ser expulsada del reino de los cielos: Sasha Waybright.
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A C L A R A C I O N E S
• Contenido bíblico y escenarios inspirados (en su mayoría) en la mitología griega
• No hay edades humanas. Un personaje puede estar existiendo mil años y parecer alguien de treinta. Refiriéndome a las chicas, ellas aparentan una edad semejante a los dieciocho/veinte años
