Herbolario [Tokyo Revengers Drabbles]

[All family]

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—...Para que se haga una infusión por las noches...

—¡No! Shin-chan, no es para eso...

—Senju, prométeme que vas a comer tres veces al día; y tomar agua y...

—Nada de cigarros...

—¡Senju no fuma!

—¿Pero entonces por qué la manzanilla?

—Benkei podría regalarle dorayakis...

—O enseñarle a hacerlas...

—¡No me gusta cocinar!

—No me dejan hablar...

—Las hojas de manzanilla tienen un significado espiritual —Wakasa tiene que elevar la voz por sobre el ruido de todos los que rodean la mesa—; purifica espacios, te brindará protección...

—Para protección necesita a su hermano a su lado...

—Ya sé cuidarme sola, oniichan, basta.

—Emma... ¿Emma, estás bien?

Hay un silencio absoluto en que los invitados a la cena por el cumpleaños de Senju se quedan mirando fijamente a Emma. Draken se pone de pie sin saber qué hacer, se posiciona a su lado para lo que ella necesite. Pero, ¿qué necesita?

—Creo que quiere...

Benkei, al ser el anfitrión de la cena, se pregunta si algún elemento de la comida puede haberle causado ese malestar. Lleva cocinando con insumos orgánicos por tanto tiempo que no puede imaginar cuál. Wakasa le coloca la mano sobre el muslo asegurándole silenciosamente que no es su culpa, y observan a Draken y Shinichiro acompañar a Emma hacia el cuarto de servicio. Mikey los sigue con la mirada desde su lugar, los labios fruncidos como si supiera algo que no está seguro de compartir con los demás.

—¿No es la primera vez? —Pregunta Wakasa, con una pizca de curiosidad.

Mikey niega con la cabeza y él sonríe. Aparentemente la respuesta flota en el aire.

Takemichi los observa sin decir nada, intentando descifrar lo que está escrito en sus rostros. Mikey aprovecha que está distraído para comenzar a picar de su porción de pastel, inclinándose sobre su regazo y moviéndose hasta que el otro lo abrace.

El momento de tensión se hace eterno. Takeomi no deja de balancear la suela de su zapato contra el suelo y el sonido es molesto. Senju le da golpecitos en el bazo para que se detenga, pero Takeomi sólo gruñe; no estará en paz hasta que regrese Shini.

Y luego, el grito al unísono:

—¡Dos meses!

Son Shinichiro y Draken, inconfundibles tonos de voz que se han dejado oír en toda la casa de Benkei y Waka. Este curva los labios en una sonrisa pícara, intercambia una mirada con Benkei y se toman de las manos bajo la mesa.

—Tú lo sabías —Benkei no necesita preguntárselo.

—¡Ay, un bebé dragoncito! —Senju es quien expresa más su emoción. Toma la maceta de manzanilla que le han obsequiado y la abraza contra su pecho, mirándola con ternura, y meciéndola como si fuera su propio bebé.

—Draken-kun será papá... —murmura Takemichi con un hilo de voz; apenas dándose cuenta de las cosas— Manjiro, serás tío por primera vez...

—Seremos —responde él, antes de embutirse una fresa entera en la boca—. Fuando de cuente a Ifana feguramente folará fe regrefo en el frimer avión desde Filifinas.

Y tras una pausa, en la que termina de masticar la enorme fresa:

—Apuesto a que Emma escogerá a Kakucho para que sea el padrino de su bebé.

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