VI

1.1K 119 54
                                    


El resto de los vengadores ya estaban desayunando en la sala común cuando oyeron los pasos de Tony entrando.

—¿Loki se encuentra mejor?

Bruce se veía preocupado, igual que los demás que habían estado deseosos de preguntar por la fiebre del menor.

—Buenos días a vosotros también y, comprobadlo vosotros mismos.

Steve escupió el café cuando vio aparecer la forma femenina de Loki con un conjunto que le había visto utilizar muchas veces, solo que mucho más pequeño.

La camiseta del capitán América solo le cubría el pecho, dejando al aire libre su ombligo, y los pantalones blancos elásticos que casi habían llegado por sus rodillas de niño ahora subían hasta medio muslo.

—Ahora Loki tiene dieciséis porque al parecer los dioses no se pueden desarrollar de manera normal —Tony se sentía como si le hubieran robado años de la infancia de Loki —. Tranquilo, Capitán. Ya he encargado nueva ropa para ella.

—¡Pero esas tetas no pueden ser de dieciséis!

Natasha dio un golpe a Clint que hizo que su cabeza se estrellara contra la mesa.

—Ignora a los orangutanes y siéntate a desayunar —la pelirroja parecía la única capaz de mantener la calma con la situación, poniendo un nuevo plato de comida frente a Loki.


Esa noche, la adolescente se encontró el piso de Tony cerrado.

—Jarvis, ¿por qué no tengo acceso?

—El señor Stark piensa que ya eres lo bastante mayor como para dormir en tu propia cama.

—Pero yo quiero dormir aquí —Loki hizo uno de sus pucheros infalibles, pero no recibió respuesta —. ¿Y si cambio a mi forma masculina? ¿Habría problema con mi forma masculina?

—¡¡Por supuesto que también hay problema con tu forma masculina!!

La voz de Tony había sonado por el intercomunicador en lugar de la de Jarvis y Loki se dio la vuelta, enojada, sin poder hacer otra cosa que encerrarse en su antigua habitación.

—¿Cómo está, Jarv?

Tony caminó de un lado a otro de su habitación con una taza de café en la mano. Había asumido que él tampoco podría dormir esa noche, durante ese tiempo se había acostumbrado demasiado a tener a Loki entre brazos para conciliar el sueño, aunque la separación era necesaria.

—Loki da muestras de estar teniendo una pesadilla —la pantalla se encendió mostrando la habitación de Loki, con su dueña temblando y con lágrimas en los ojos entre un desastre de sábanas.

Tony enarcó una ceja, divertido.

—¿Y tú qué opinas, Jarv?

—Que sus constantes permanecen normales, pero la señorita Loki sería una excelente actriz.

—Opino lo mismo. No puedo creer que intente asegurarse de que la cámara la enfoque en todo momento, espero que Nat no le dé clases nunca.


Ambos estaban cansados y ojerosos a la mañana siguiente, pero ninguno iba a dar su brazo a torcer. Si en algo coincidían más que en cualquier otra cosa, era en ser idiotas testarudos.

Steve, por otro lado, había desbancado a Clint como su blanco favorito de bromas. Era tan fácil poner al supersoldado nervioso con su nueva forma que Loki no podía resistirse.

Magia rebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora