IX

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Advertencias: Este capítulo contiene escenas de sexo explícito.


—¡Tony! ¡Tony! 

Loki lo zarandeó, sin conseguir una respuesta, mientras sus lágrimas caían sobre el reactor de su pecho.

—¿Desde cuándo lloras por alguien que no seas tú mismo? —escupió Amora con desprecio —. Despídete de él, un mortal no puede luchar contra ese veneno.

El dios giró sus ojos hacia ella, había secado sus lágrimas y ahora solo estaban cubiertos por una capa de hielo. Sentía como la rabia burbujeaba en sus venas con deseos de venganza y esta se estaba transformando en energía mágica. Por un momento, se preguntó si toda esa ira era la que había estado cargando su otro yo en su otra vida.

La voz de Jarvis sonó a través de la armadura casi rota de Iron Man.

—Los registros de magia de Loki están subiendo al noventa por ciento... noventa y cinco... ciento diez.

El cuerpo de Loki se rodeó de grandes llamas verdes que transformaron su ropa midgardiana en cuero y su rostro empezó a mostrar rasgos más maduros. Su cabello fue el último en cambiar, por una versión un poco más corta y sujeto por una diadema que portaba pequeños cuernos dorados relucientes.

—¡Hulk! ¡Skurge! —gritó Amora al ver a Loki levantándose hacia ella con una evidente ira.

El primero en llegar fue el gigante verde, pero Loki agitó sus dedos frente a él deshaciendo su hechizo con facilidad. Los ojos verdes de Hulk recuperaron su brillo habitual que rugió de nuevo al comprender el engaño, lanzándose esta vez hacia Skurge para darle la paliza de su vida.

—Loki, cielo, somos amigos —la bruja balbuceaba nerviosa mientras dirigía sus pasos hacia atrás.

El portal que le permitiría escapar estaba solo a unos pocos metros de ella, pero Loki le impidió cruzar. Un montón de cadenas mágicas habían surgido del suelo inmovilizandola.

—El hechizo que antes osaste usar contra mí.

—¡¿Qué pretendes hacer conmigo?!

—Un antiguo castigo que también conoces muy bien. En el pasado se solía usar contra mí, ha llegado la hora de que también lo conozcas  —los ojos de Loki brillaron con crueldad y su sonrisa se transformó en una expresión maniaca —. Usaste la serpiente de Skade contra Tony y ahora su veneno goteará por toda la eternidad sobre ti.


Cuando Loki se arrodilló de nuevo frente a Tony, el veneno ya había llegado demasiado lejos en su cuerpo mortal. Su piel se había vuelto gris alrededor de todo su cuello y convulsionaba por la fiebre. Loki posó sus dedos en la zona más oscura y esta comenzó a congelarse a su alrededor.

—Esto lo ralentizará. No voy a dejarte morir, Anthony Stark.

Los labios de Loki se posaron en su cuello, allí dónde le había mordido la serpiente mitológica, y comenzó a sorber su veneno.

—Loki —logró pronunciar Tony titubeando entre la consciencia y la inconsciencia—, tus labios... se están poniendo morados... deten...

Y sus ojos volvieron a cerrarse.


***

Tony se levantó de golpe en la cama. Sudoroso y cubierto de vendas.

Unas manos firmes le obligaron a acostarse de nuevo.

—Ni se te ocurra moverte. Voy a llamar a Bruce.

Loki estaba sentado junto a su cama y él se quedó mudo detallando todos los pequeños cambios en su rostro. Sus rasgos mostraban más madurez en general, incluso su voz había abandonado todas las notas infantiles sonando mucho más profunda y sexy.

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