La majestuosa arquitectura del palacio imperial se alzaba con firmeza, vibrante y elegante, perfecto para muchos plebeyos que presenciaron tal obra.
Ese día la dinastía Lin presentaba con orgullo su riqueza. Cosas de nobles.
— Un desperdicio de dinero pero las decoraciones son hermosas — el oji- esmeralda hizo presencia en el salón principal.
A cada lado se encontraban sus respectivas damas de compañía, fieles siervas que su madre preparo para el desde su nacimiento.
— Lo sabemos su majestad pero son órdenes del emperador — una de las damas respondió al instante, sin levantar la mirada, no lo tenían permitido.
— Mmmm — Mei Ling sonrió ligeramente, siendo cubierto por su abanico de jades y safiros. — Detesto venir aquí, las ratas pasan en cada esquina—
Justamente en cuanto terminó de hablar concubinas del harem ingresaron para presenciar (a hurtadillas) la decoración, cosa que no lograron al notar al príncipe consorte.
— Saludos a usted, próxima luna de Britannia — en coordinación una reverencia, algunas con errores.
— Arriba —
Con rapidez acataron la orden, aún con los nervios de punta puesto que no querían ser irrespetuosas frente al consorte del imperio, sus cabezas rodarían.
Al verlas temblar, Mei Ling señaló a una de las concubinas irritado por semejante estupidez que cometieron. La concubina dió un paso adelante sin levantar aún la cabeza.— ¿No les enseñan modales en el palacio? — cuestionó con seriedad. Al ver que dudaba en responder sujeto su mentón con el abanico — Bueno parece que alguien necesita ser castigada para responder—
— ¡N-No! — Rogó aterrizada — Prín-cipe consorte-e —
Las damas de compañía que hasta ahora no intervinieron colocaron con fuerza a la concubina a los pies de Mei Ling por su imprudencia. Cosa que el joven consorte no le importo en lo absoluto.
— Dejare de lado esta... situación — observó a las demás concubinas temblorosas.
Sus ojos brillaron cómo gemas y se retiró del lugar sin prisa. Pasando el abanico a su dama para una limpieza meticulosa, había tocado algo desagradable.
Tomo rumbo a su jardinera privada bellamente decorado con tulipanes y flores de cerezo .— Te de Jazmín y postres de chocolate, te dejo la elección a ti Xia —
La joven dama hizo una reverencia, a paso moderado salió directo a las cocinas. Mientras tanto, la segunda dama, Xiu, ocupo el lugar de su compañera al lado de su señor.
Al estar cómodo, el joven consorte observó las flores de cerezo, las flores que su prometido plantó para el, bastante hermosas admitió en su momento.
— Ese idiota...— Murmuró para si mismo, irritado. — Tendré suerte estos días.
No era nada impresionante para la familia Wang que su hijo se sintiera disgustado con su prometido, después de todo el joven príncipe tenía una personalidad tan-
— ¡Mi hermoso Jade! —
Eso.
— Príncipe Lin —
Se levantó con la intención de hacer una reverencia, sin embargo no logro más que inclinarse un poco al ser abrazo por el principe con fuerza.
— Siempre tan serio y frío — hizo un leve puchero que ignoro su prometido.
— Y usted siempre tan maleducado, querido mío. — contrataco con su arma más factible, los apodos cariños. Funcionó al instante.
— No me malinterpretes cariño, es parte de tu encantadora personalidad — beso sus nudillos levemente, escuchando un carraspeó por parte de la dama Xiu.
Mei Ling aparto su mano sin darle una mirada, estaba más ocupado apreciado el paisaje. El principe Lin ocupo el asiento frente a el y de igual forma contemplo la hermosa obra, su hermoso jade, próximo esposo. La mirada del principe era tan pesada que fue difícil para Mei Ling el no gritarle, ser un doncel no era cosa sencilla, había muchos ojos observando pero poco le importaba sabía defenderse solo.
La puerta que daba al jardín se abrió y por ella entro la dama Xia con postres de delicioso chocolate que hizo brillar con fuerza las esmeraldas del doncel para satisfacción del peli blanco.
— Su alteza, príncipe heredero — la dama hizo una reverencia perfecta, depositando los postres, tetera y tazas en la mesa.
Mei Ling no reparo en el principe y comenzó a comer las fresas con chocolate del delicioso pastel, Lin Mei se sonrojo y sonrió con dulzura al observarlo comer con mucha concentración el postre.
— Querido, come más despacio podrías ahogarte — acercó su mano para limpiar la mejilla del doncel siendo visto por las damas de compañía que rápidamente se acercaron a la mesa.
— Por favor su alteza, no debe tocar a nuestro señor —
Ese recordatorio hizo que el principe apretara el puño que tenía sobre la mesa. Esas reglas estúpidas lo tenían hastiado, sobre todo esas mujeres que acompañan a su amado.
— Silencio — ordenó.
Las damas retrocedieron un poco, más no se retiraron completamente. El ambiente se volvió tenso pero el suspiro insatisfecho del doncel termino por romperlo.
— Muy bien ya es hora de que me vaya — se levantó y camino a la entrada del jardín sin prestar atención a su prometido quien suspiro sabiendo que estaba enojado.
— ¿Que le podré obsequiar ?...—
Se pregunto triste, en medio del vacío salón.
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Datos
• La familia Wang no compra esclavos a pesar de estar permitido. Los contrata y les da la oportunidad de trabajar para ser alguien en la vida. Las damas de compañía son prueba de ello.
• Mei Ling ama el chocolate, sobre todo si viene acompañado de fruta o pasteles.
• Lin Mei se "enamoro" de Mei Ling al observarlo tocar el cotón entre los bosques de cerezo.
En cada capítulo se darán datos sobre la trama, personajes, etc.
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Segundo Esposo/ L.E.D.
FanficEl imperio de Oriente cuánta con dos regentes muy bien capacitados para ayudar y prosperar a su reino. Solo la emperatriz Navier y el emperador Sovieshu. ¿O no? ----------------- Existe una persona, un hombre cuyo origen prevalece en el Dinastía Wan...