7. Debemos hablar

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Han pasado dos semanas desde que Robin y Nancy se han acercado y cada día parece que la conexión entre ambas es mágica.
Ni siquiera Steve puede seguir el ritmo de las bromas entre ambas o de sus conversaciones, no es que se sienta celoso pero por momentos empieza a creer que Robin lo reemplazó sin darse cuenta.

Robin entró corriendo al gimnasio donde pudo ver al equipo de basquet entrando en calor para su primer partido de la temporada, sino fuera por su amigo aquel grupo sería el último que querría visitar en el instituto.

—Harrington, tu novia —espetó Jason con una sonrisa burlona, lo que hizo a Robin poner los ojos en blanco, la actitud de los compañeros de Steve siempre eran inmaduras por suerte su amigo era diferente.

—Hey Dingus —saludó con una sonrisa la rubia, sentándose a un lado del moreno que ataba sus zapatillas en el banco que utilizaban los suplentes—. ¿Preparado para el partido?

—Oh, ¿Me hablas a mi? —preguntó acomodando su cabello.

—Vale, me he perdido —respondió su amiga confundida con aquella escena—. Habíamos quedado en que vendría a verte, ¿no?

—Oh si, pero pensé que te habrías olvidado ya que siempre estás con Nancy, parecen siamesas —agregó mientras la rubia intentaba no reírse de la situación.

—He venido a verte a ti, no seas celoso —se burló golpeando el hombro del moreno—. Tu eres mi mejor amigo —aclaró viendo el rostro contraído del moreno que estaba cruzado de brazos mirando a sus compañeros.

—¿Y Nancy? —preguntó tratando de no sonar molesto, pero era la primera vez que se sentía reemplazado.

—Otra vez con eso —se quejó la rubia—. Nancy es mi nueva amiga solo eso —respondió tratando de darle ánimos a su compañero—. Al final me pides que me acerque a ella y luego te enojas.

—Te he pedido que te acerques para que le preguntes sobre mi, pero parece que no tienes tiempo para hacerlo —respondió un tanto alterado, pues su gran plan maestro estaba totalmente arruinado.

—Steve, ya te lo dije. Nancy no quiere hablar de sus sentimientos —respondió con seguridad, pues aquello era cierto y la morena se lo había dejado claro en ocasiones—. Al menos no conmigo, supongo que porque eres mi amigo y sabe que lo que me diga te lo voy a contar —agregó con honestidad, pues si el plan hubiera funcionado no tendría problema en ayudar a su amigo, a pesar de que aquello le rompiera el corazón.

—Entiendo, tiene sentido —suspiro tocando su cabello, pensando un nuevo plan—. Tal vez es momento de hablar con ella, ha pasado suficiente tiempo para que vuelva con Jonathan y no lo hizo. Tal vez, se terminó para siempre —dijo con una mirada ilusionada.

Robin asintió con su cabeza algo incómoda mientras jugaba con las pulseras de su muñeca derecha.

—Debo pedirle una cita, o al menos intentarlo —dijo con entusiasmo.

—Steve —lo llamó la rubia mirando los ojos marrones de su amigo que parecía inmerso en una nueva ilusión, en un nuevo plan que lo acercaría a Nancy.

—¿Qué? —preguntó levantando sus cejas, esperando una respuesta.

—Debemos hablar —susurró con miedo pero fue interrumpida por el silbato del entrenador del equipo de básquet que hizo reunir a su equipo en un pequeño círculo.

—¿Te veo luego? —pregunto el moreno sin haber escuchado a su amiga que solamente asintió con una sonrisa forzosa.

Durante el entretiempo Robin pudo reconocer diferentes rostros en las tribunas, sus compañeros y los pequeños adolescentes alentaban al equipo de Hawkins, las porristas bailaban en el centro de la cancha siendo el centro de atención, su mirada vagaba entre el baile y los gritos desaforados de Tammy Thompson deletreando el nombre del equipo.

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