We're just friends

3. No nos conocemos

Nancy caminaba con su grupo de amigos cuando pudo ver a Robin y Steve salir del salón de química.

No emitió palabra pero tal vez su mueca de sorpresa llamó la atención de una de sus amigas que entrelazo el brazo con el de ella en señal de apoyo.

—Creí que sabías lo de Steve y Robin —dijo hablando solo con la morena que sonrió un tanto incómoda.

—¿De qué hablas? —cuestionó tratando de sonar desinteresada.

—Oh vamos, Steve está saliendo con la perdedora de Robin desde el verano pasado.

Nancy frunció el ceño, aquella actitud de superior era algo que en el pasado le gustaba cuando salía con Steve, pero luego de la muerte de Barb todo aquello le resultaba molesto.

—Me alegro por Robin y Steve —dijo soltando el agarre de su amiga para cruzarse de brazos.

—¿En serio? —cuestionó con un tono de sorpresa—. Ahora que estás soltera supuse que...

—Supones mal —interrumpió aquella suposición disparatada—. Y no vuelvas a decirle perdedora a Robin, ni siquiera la conoces.

—¿Y tú si?

Nancy se quedó callada, pues no conocía a Robin, para ella solamente era la amiga de Steve.

—No, pero no me gusta descalificar a las personas.

—¿De qué hablan? —interrumpió Jason, el nuevo líder del equipo de básquet—. Seguramente de la fiesta que daré esta noche —agregó con una sonrisa seductora mientras miraba a la morena.

—Lo siento Jason, pero no creo que pueda ir a tu fiesta esta noche.

—Oh vamos Nancy, estamos en nuestro último año debes divertirte.

—Lo sé, pero debo trabajar en el periódico —dijo no muy convencida, lo que hizo reír a sus amigos—. Tal vez si me desocupo temprano intentaré ir.

—Lo que digas Wheeler —la campana volvió a sonar anunciando el ingreso a las aulas.

Al terminar el día Nancy se despidió de sus amigos, que le pedían que se diera el tiempo para disfrutar de la fiesta en casa de Jason, pero últimamente no tenía ganas de divertirse o de salir de su casa.

Se habían cumplido tres meses desde que había roto su relación con Jonathan, la distancia no era un buen aliado de los románticos y aún no se acostumbraba a la idea de estar sola, pues nunca había podido experimentar su adolescencia de manera solitaria.

Primero estuvo Steve y luego apareció Jonathan.

Ambos habían sido amables a su manera, eran totalmente diferentes, pero no podía quejarse.

De camino a su casa divisó el videoclub donde ahora trabajaba Steve y sin pensarlo se detuvo frente a la puerta para ingresar, su mirada se detuvo en Robin que vestía aquel chaleco verde oscuro que la diferenciaba de los clientes.

—Hola —saludó animadamente a Robin que se encontraba de espaldas, la rubia se dio la vuelta para cerciorarse de que aquella voz era la de Nancy y al verla sus piernas temblaron y sus manos dejaron caer algunos de los videos que debía acomodar en los estantes.

—Lo siento —se disculpó para levantar los VHS que ahora adornaban el suelo.

—Está bien, parece que tengo algún poder que te hace tirar cosas —agregó la morena con un tono divertido en su voz.

—¿Qué haces aquí? —preguntó un poco borde, no quiso hacerlo, pero las advertencias de Steve daban vueltas en su cabeza.

—No estoy segura.

—¿Buscas a Steve? Él tiene el turno de la noche —agregó rápidamente, intentando descubrir si la información de su amigo era confiable.

—No, no quiero ver a Steve —contestó rápidamente siguiendo los movimientos de la rubia que acomodaba los videos en las estanterías.

—Vale.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Si, claro —dijo para terminar de acomodar los videos en la sección de terror.

—¿Tú estás saliendo con Steve?

—¿Yo? —preguntó retóricamente para hacer un gesto de asco con su rostro—. No, él solo es mi amigo.

—Oh, lo siento. No debí...

—No te preocupes, sé lo que dicen de mí y Steve en el instituto —respondió para caminar a la sección de comedia seguida por Nancy.

—Bueno, es que siempre están juntos y tal vez...

—No, nunca va a pasar —agregó con suma seguridad y una sonrisa en su rostro.

—¿Cómo estás tan segura? —preguntó con interés, era la primera chica que se negaba a estar con Steve Harrington.

La pregunta la tomó por sorpresa a Robin porque estaba hablando con Nancy Wheeler sobre sus preferencias románticas en su horario laboral.

—Pues me gusta alguien más —dijo sin dar muchos detalles.

—Oh, que bien.

—Así que tranquila, puedes estar con Steve —soltó la rubia mirando los ojos celestes que se sorprendieron ante aquella respuesta.

—¿Cómo?

—Eso, que si aun sientes cosas por él...

—¿Quién te dijo eso? —preguntó un tanto molesta.

—Nadie, solo que estás aquí haciendo preguntas y ni siquiera nos conocemos —dijo la rubia un tanto confundida—. Es raro.

—Si, lo siento. Ni siquiera sé qué hago aquí —murmuró apenada para dar media vuelta de camino a la salida, Robin quiso detenerle el paso pero antes de llamarla aquellos ojos celestes volvieron a mirarla—. ¿Quieres acompañarme a la fiesta de Jason? —preguntó con un poco de vergüenza.

—¿Cómo? —cuestionó la rubia sin entender si estaba soñando o aquello estaba sucediendo realmente.

—Eso, quieres acompañarme a la fiesta de esta noche —le pidió con algo de vergüenza—. Sé que suena raro, pero como has dicho que no nos conocemos pensé en hacer algo para cambiar eso.

De verdad quería conocer a Robin, tenía ganas de ser parte del mundo que solamente Steve conocía.

—Nancy, no tienes porque...

—Di que sí, al menos por unas horas —dijo con una pequeña sonrisa y una mirada de súplica.

Robin no pudo evitar sonreír ante el pedido de la morena, aquel momento quedaría grabado en su mente por varios años.

—Está bien, iré contigo —respondió tratando de no sonar emocionada.

—Genial, nos vemos en la noche —dijo con una sonrisa brillante—. ¿Te parece encontrarnos aquí a eso de las siete? —preguntó antes de caminar a la salida.

Robin asintió ocultando la emoción que recorría su cuerpo entero.

Respiro hondo y dio un pequeño salto en su lugar cuando vio a la morena salir.

Fin del capítulo tres.

N.A: Hola, me reporto por acá para agradecer los comentarios, los votos y a cada uno que se toma un ratito para leer.
Espero que les haya gustado el capitulo, besitos.